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Marcharon toda la noche , saliendo a el despuntar el día sobre uno de los picos que dominaban el desfiladero donde combatieron poco antes entre la sombra .
Arriba , en el perfil de las rocas , soslayado por el cierzo que vibraba a_el_rape su cáustica titilación , bajo el alba descolorida aunaba se el grupo con el monte .
Los cerros almenaban el contorno . Aquel levantamiento de piedras , sin más terreno que llenar , gibaba se en cumbres ; y éstas en un pausado insomnio , a medias se desembozaban de la noche . La misma presencia de la madrugada contribuía a la soledad . Diafanidades de hielo cristalizaban el ambiente . Algunas breñas agujereaban a trechos con sus manchones la uniformidad gris . Y en una de las cumbres , a_pico sobre el valle o más bien grieta que hacheaba el hueso mismo de la montaña , el grupo de jinetes se atería en un estremecimiento de harapos .
Casi todos en mulas , algunos en caballos míseros , resguardadas las piernas por guardamontes de peludo cuero , flojas las riendas , sin mirar se , sin hablar se , esperaban algo .
Los animales trasijados de fatiga , despeados por los pedernales , ensangrentados los encuentros por el monte , empeoraban en lamentable murria . Colgaban sus crines en greñas sobre las agobiadas cervices ; en las cambas de los frenos coagulaba se con sus babas la herrumbre . Los guardamontes , la carona de cuatro puntas que a_la_vez batían la paleta y la ijada de el animal , el recado y las riendas de cuero crudo , aperaban a éste .
Llevaban los hombres calzoncillo de cordellate hasta la rodilla , chiripá de pico te o cocuyo , camisas andrajosas , sombreros de lana y espuelas de hierro calzadas sobre el desnudo talón .
Unos altos , delgados hasta la enjutez , tenebrosamente cabelludos y barbudos ; otros retacones , lampiños , como vientres de tinaja los semblantes ; prieta o cobriza la color de todos . Bajo sus girones resaltaba una pujante topografía de pechos y bíceps . ENTITY morena curtida a esfuerzo y a sol y relevada como a martillo . Sus ojos de carbón malvelaban preocupaciones taciturnas . Sobre sus espaldas , el pelo trenzado culebreaba con aspereza silvestre , sin una ceniza de tiempo entre sus hebras .
Las cabalgaduras vaheaban en la nitidez glacial el calor de sus bofes . Asombraba que bestias tan ruines sufrieran semejantes cargas de miembros ; pero lo podían y aun dormitaban algunas encogiendo un jarrete . Hombre y bestia amalgamaban se en la mutua afición sin el estorbo de una idea . Nada más que una cosa quería el jinete : correr . Nada más que una cosa sabía el caballo : correr . Y de este modo el caballo constituía el pensamiento de su jinete .
Aquellos hombres se rebelaban despertados por el antagonismo entre su condición servil y el individualismo a que los inducían la soledad , el caso de bastar se para todo que ésta implicaba y el trabajo reducido a empresas ecuestres . El silencio de los campos se les apegaba , y así sus diálogos no excedían de dos frases : pregunta y respuesta . Sus conversaciones limitaban se a algún relato que los oyentes apoyaban con ternos . En las ocasiones graves departían meditando en alta voz . Si discrepaban , el choque de los juramentos antecedía brevemente a el de los puñales . Y sólo borrachos reían .
En dos clases de montoneras organizolos el caudillo a el invadir el godo . Unos formaron las partidas volantes que escaramuceaban a la continua : voluntarios , prófugos , desertores de los ejércitos regulares . Otros guarnecían sus aldeas en grupos locales , reuniendo se cuando el enemigo se introducía en sus jurisdicciones . Promulgaban en tal caso la convocatoria ; reconcentraban sus ganados en las espesuras ; disponían sus trojes en las copas de los árboles . Con tropilla o caballo de tiro concurrían a los puntos designados y batallaban su parte . Los que sólo tenían caballo de non , efectuaban lo en éste . Los más pobres tragaban se a pie las leguas . Pasado el trance , restituía se a su pegujal cada uno , pastoreando y cultivando otra vez como honrados labriegos .
Así los humos de las rancherías y los incendios que por la noche bordaban con hilo de oro las sierras ; los caminantes que rumiando su coca arreaban recuas de jumentos y los labradores que desvolvían sus rastrojos ; el silencio en inminencia de emboscadas , la población tanto como el destierro , hostilizaban de_consuno a el español .
Los de las partidas volantes se asalariaban por el saqueo , consideraban rebaños y tropillas como orejanos de la patria y aliciente de la guerra . Comían poco así , mas comían ajeno y esto les placía . Pesado a bala y medido a puñal lo saboreaban mejor . Detestaban a el rey como a un patrón engreído y cargoso en la persona de sus alcaldes , bajo la especie de sus gabelas ; persuadiendo los más que un principio un instinto de libertad definido por las penurias soportadas . ENTITY , ojerizas contra la piel blanca tan susceptible de manchar se por lo mismo ; añoranzas de el aborigen , aspereza de la desnudez — todo eso acumulado , enfervorizaba su sangre . Carnívoros feroces , abusaban de el ají en sus comidas ; y la llama de la especia añadía calor a el de ese entusiasmo cuyo torrente se alborotaba en el cauce de sus venas . Hacha en mano desmontaban encharcando el piso de sudor . Pialando daban contra el suelo a una yegua disparada , firmes cual monolitos en la crispación equilibre de su musculatura . Por juego retenían de el corvejón a una mula , como a una cabra . Capaban sus toros chúcaros tumbando los por los cuernos a medio campo . Acosaban a el potro en doma , rasguñando le los sobacos en el peor momento con la espuela y tendiendo lo de un rebencazo si se fatigaban . ENTITY de vagar por esas cumbres en satisfacción andariega , amaban con todos sus tuétanos . Cuando no , bebían . No realizaban por cierto un ideal de hombre sino un tipo de varón .
El grupo aquel tenía armas . Fusiles que recortaron sumergiendo los en el agua después_de caldeados hasta medio cañón , suplían de tercerolas montados en urgentes escalabornes . pertrechaban se también con chuzas de punta ferrada o simplemente endurecidas a el fuego . Algunos cargaban boleadoras . Todos facones y lazos . Industria tosca , pero eficaz .
Entre las armas y los sombreros figuraban dos morriones y un sable . El hombre que lo esgrimía calzaba botas , lo cual era otra singularidad . Cierto aire bélico lo particularizaba ; algo indefinible , pero definitivo . El arqueo peculiar de su bigote , su manera de combar el pecho . Después otros indicios . En el brazo derecho , adheridos a sus andrajos , ostentaba una jineta y un escudo blanco y azul en el que se leía ENTITY . Bajo el otro morrión tiritaban girones de chaqueta prendidos con seis botones de ordenanza . Aquel grupo , o mejor aún gavilla , parapetaba se en el peñasco , arrecido por la intemperie . La bruma de la madrugada desvanecía se en las alturas ; sus desgarrones develaban nuevas cumbres . Por un claro de horizonte entró en escena un cerro nevado .
— Muerde el aire !
La voz que esto decía , sonó extrañamente en aquella mar de silencio . Un chifle taraceado en colores pasó de_mano_en_mano . Aparecieron las tabaqueras , y minutos después fumaban los jinetes doblada una pierna sobre el arzón . Esto los alegró a el parecer , pues varias sonrisas apaciguaron el erizamiento de algunas barbas . Platicaron . El hombre de la chaqueta narraba . Desde muy adentro en el ENTITY , hervían las montoneras . Todo andaba mal , sin embargo . Derrotas tras derrotas . Pero ya palparían la realidad los maturrangos así que se resolvieran un poco más . Los otros recapacitaban . ENTITY . Desde el año_catorce con ENTITY , el godo impertérrito tramaba invasión sobre invasión , y bien que rechazado siempre no escarmentaba nunca . La montonera pugnaba también y el conflicto más y más se empedernía . Aquella invasión anunciaba se con tropa selecta , un virrey nuevo , jefes de mi flor : mas , dividida en destacamentos , a_la_busca_de las vituallas que secuestró desde el principio la montonera , poco ofendía .
Ésta no gozaba por su parte de un estado mejor . Hasta los ENTITY disolvían se deshechos . Dos de sus soldados , esos de los morriones , llegaron la víspera en un burro propalando el desastre . Pero la guerra seguía , y la trabajaban bien , a talonazos en el ijar de los brutos , a lanzadas en el enemigo . De pronto faltaban los recursos . Las tercerolas transformaban se en garrotes , los chuzos en leña ...
Percibiendo una palabra más distinta , el sargento se volvió en ese instante ; preguntó algo , la distancia , el rumbo , con un acento que apenaba . No le contestaron , y él , soliviando resignadamente los hombres , se recluyó otra vez en su silencio .
En desfilada , con la vibración de un birimbao gigantesco , cuatro , seis , diez cóndores cruzaron casi rozando los . Describieron un vasto círculo , vinieron otra vez en una brusca conversión de diagonales . Un gaucho se refocilaba arrollando se la camisa para que ventearan su costillar baleado . Algo les interesaba en el boquete lleno aún de brumas . Nada se veía en él , pero ya el sol , como una oblea carmesí , nacía entre nieblas de índigo . De oro y rosa bicromaban se los cerros de occidente . Flotaba un olor de aurora en el aire . Sobre la escueta cima de la loma frontera , un buey que la refracción desmesuraba se ponía azul entre el vaho matinal . Por un momento los escarchados ramajes parecieron entorchar se de vidrio . A el fondo , la cordillera overeaba como un cuero vacuno , manchada de ventisqueros . Algún mogo te que decoraron como de un muelle encaje efímeras nieves , eslabonaba aquella enormidad con la inmediata serranía . Allá cerca , la masa arrugando se en plegaduras de acordeón , suavizaba su intensidad cerúlea ; y el matiz tornaba se violeta ligeramente enturbiado por un sudor de cinc . El macizo oleaje de roca apilaba en una eternidad estéril sus bloques colosos . Muy lejos , en alguna umbría , un tordo cantaba . Está rezando , decían los hombres . Algunos se persignaron en silencio .
Bruscamente , los animales enderezaron las orejas . Un jinete repechaba el faldeo que los patriotas escalaron de noche a_tientas . Su cabalgadura apezuñaba con estrépito . Las tercerolas se prepararon . Pero casi a el instante , el busto de un hombre y la cabeza de un caballo surgieron de el cardonal que cerraba la senda , y aquél imprecó :
— Sargento !
Retrepando se en su montura , la mano en la visera , el dragón titubeaba . Sus hombres , sonrojados por el sinsabor de la derrota , agachaban se desconfiando . El capitán ! Cómo soportarían el trepe que les echara ! Cómo lo moderarían sin abochornar se !
A un tiempo jefe y patriarca de sus gauchos , lo idolatraban éstos . Nunca mandaba directamente ; imbuía más bien su coraje :
— Si no vamos , creerán que es de miedo ... En las ocasiones solemnes :
— Vaya ! ... ya están con miedo ; pero ellos tienen más .
Y la partida lo enmendaba con un prodigio .
Bien montado comúnmente , guiaba el fuego en una yegua manca , y acometía .
— Si no compiten , decía a el partir , los boto por maturrangos .
Todos se portaban jinetes .
presentían lo adivino . Sus caballos le anticipaban secretos de guerra . Y como bravo ... ¡ el más de todos !
Cierta vez le vaciaron las tripas . Las recogió , enjuagando las en agua tibia para que el sebo no se le enfriase ; las metió dentro . Una vieja le cosió la herida , y él , en tanto , braveaba a rugidos un patético yaraví .
Hombre de familia , muy mesurado de pensamiento y obra , trocaba se fácilmente en fantaseador de imposibles . El combate lo apasionaba , sin conmover , no_obstante , su reposo . Araba el peligro en amelgas tan profundas , que a cada refriega remachaban le de nuevo los abismales de el lanzón . Su táctica apechugaba siempre en_línea recta . Designaba a el enemigo con expresiones indeterminadas : allá , eso . Muy sujeto de velar tres noches a el lado de un herido , preconizaba entre sus soldados locuras heroicas . Cuando alguno sucumbía en el lance enfurecía se con él , le culpaba todo . Después resarcía a la viuda con algún ganado , apadrinaba a los huérfanos . Si alguien aplaudía su acción , lo arrestaba por entrometido .
respondían le todos los cuatreros de el pago , pues a cada cual le apañaba una trapacería . Regimentó aquella turba gregal a sus expensas , sin espulgar le mucho el doblez . Con_tal_que prometieran la catadura y el despejo , se toleraba de postulante a el mismo diablo . Y si resultaba un poco foragido , ¡ de perlas ! Si perpetró homicidio en duelo leal pertenecía le impune . Ya alistado , tanteaba lo en persona con una camorrita , y según las agallas de el prójimo confirmaba la admisión .
Como se le extraviase cierto día una virola de las acciones paseó sin chistar durante un rato frente_a la partida , arredrando la con inquisidora esquivez . De_repente acogotó a uno , lo estaqueó acto continuo sentenciando lo " por bárbaro " . Ejecutada la pena , le regaló la otra virola y el insurrecto confesó su delito . A los tres_días desertaba . Entonces el jefe se condenó a sí mismo , " por bárbaro " otra vez .
Temían más sus sobarbadas que un cañonazo en el vientre . ¡ Pobre de el chapetón aprisionado en día de viento norte ! Quinientos , mil azotes le educaban el genio para empezar ; que emborrachando se el jefe , prefería degüello . En tales ocasiones se encelaba . Su mujer huía a_campo_traviesa , sin tiempo más que para arrebozar se en una sábana , encomendando se a el capataz . Pacificaba éste a el caudillo acostando lo en su propia cama , con suplicas y mimos ; y a el día siguiente , aunque emperrado todavía por no recular , concedía lo que le pidiesen .
halagaban lo sobre todo con proezas , cuanto más fantásticas mejor ; y él las retribuía como un presente con francachelas rumbosas . conocían le por única debilidad el amor . Pero no le hipotecaba , eso no , sus bastardos a el destino . Distribuía a cada uno su plantel de terneros y su rancho decente . Aliviaba a toda la parentela . Luego ¿ qué firmeza le resistía ? Si fascinaba a la más ducha con sólo requebrar la , si la más altanera se le encariñaba como una palomita a el domesticar la en ardorosa premura el magnetismo de su enlabio ! Por eso envidó siempre a quiero seguro en el juego de el amor .
Allá sobre la cumbre , ya desmontado , abrazaba a el grupo en el centelleo de sus ojos . Propendía sin duda a un desagrado ; mas , como notara la ausencia de un hombre encaró a el sargento , y las cejas se le subieron por la frente , interrogando .
movieron se apenas los labios de aquél en un estupor de angustia . Los rocines derrengados , la escuálida tropa , pregonaban el contraste ; y escarnecido por su evidencia , afligía lo la luz como un rubor .
La soledad amplificaba rumores . Un relincho saludó el despertar de las lejanas dehesas . ENTITY y sargento aproximaron se silenciosos a el desfiladero en cuyo fondo negreaban los cóndores . A poco trecho , aquél señaló un cadáver ; y más allá un trozo de lanza con su banderola . La montonera discutía más lejos , refunfuñando .
El subalterno , arrimando se un poco , exponía el percance en secreto , como avergonzado de oír se .
... Oscuridad ... Sorpresa ... ENTITY ...
... Encovó a los godos en la encrucijada ... Setenta , más o menos ... No los embistió , porque llevaban infantería ... no se usaba ... Operó mal con la noche ... Una descarga ... Otra en respuesta ... Y cada grupo se desbandó por su lado ...
Él pujó solo . Trucidó algo de un mandoble ...
La narración se encadenaba .
... Mucho trabajó para no rezagar la gente . esforzo se toda la noche en esto , y despistado , calló por no deprimir se ante sus hombres . El resto lo presumía . Dios lo asistiese ... y que lo fusilaran .
El capitán difería con malos modos .
Lindo espectáculo ante la guardia chapetona ! Ya lo supuso cuando se retardaron la víspera , rastreando los , en_consecuencia , desde el amanecer . De sus gauchos , bisoños a el fin , no le extrañaba . ¡ Pero de este sargentón ! ... Pucha con los célebres ENTITY !
Y a su vez como quien derrumbaba bloques en frívola catástrofe , aludía con los nombres heroicos : ENTITY , ENTITY , ENTITY , ENTITY , ENTITY , ENTITY , ENTITY , ENTITY y ENTITY , ENTITY ...
Las pupilas de el sargento achicaron se en chispas . Esos nombres componían su historia , sus ocho años de pelea . Cada uno le dolía en una parte , pues si no lo condecoraron por algunos , en todos lo hirieron . Y he aquí que la adversidad de un fracaso oscuro defraudaba semejante grandeza .
El capitán nada entendía . Las libaciones de el chifle que le ofrecieron cuando llegó , amoscaban lo torvamente . Su escarpado rostro se oscurecía . El chambergo , el poncho de vicuña tapando lo hasta las botas , sólo descubrían un matorral de barbas , y entre ellas los ojos amarillos , la nariz ensanchada como un rastro de león , la pulpa cárdena de los labios . Amonestaba golpeando se la bota con el rebenque y a cada tranco la cumbre disminuía entre sus espuelas .
detúvo se por fin impartiendo una orden que refrenó lo murmullos con un laconismo de cintarazo . Su dedo indicaba la banderola en el plan de el derrumbadero . Los de la partida , arrimando se , comentaban :
— Es un pedazo de lanza ...
— Cortada de un hachazo .
Las miradas se dirigieron a el sable de el dragón .
— Qué tajo !
Mientras , éste , afianzado en el arma , iniciaba su descenso por el talud . Cierta solemnidad trágica subyugó las cabezas como un viento . Preveían la cosa . El caudillo lanzaba su hombre a la muerte por esa rampa de vértigos y pedrones .
Casi vertical , no afrontaría sus llambrias gigantescas . Alguien reflexionó en voz alta que , sin descalzar se , resbalaría tal_vez ...
El dragón rehuyendo toda charla , levantó una pierna . Amarilleó por debajo el pie desnudo , sin rastro de suelas . La ordenanza exigía botas , y como lo exigía ...
Nadie se sorprendió pues ese pie valía un argumento en las circunstancias .
El sargento descendía .
Cada paso duplicaba un riesgo de muerte . desprendían se grandes rocas rodando con rebotes inmensos a el fondo de la quebrada . Aguzado el ojo por la ansiedad , detallaban con precisión anómala los accidentes de el terreno bajo las plantas de el caminante .
Piedras crispidas de lunares multicolores o bañadas de gris ferruginoso ; farallones tremendos ; riñonadas de cuarzo . Las yaretas hinchando se en verrugones de musgo amarillento , lubricaban traidoramente su cojín . ENTITY salteados con esbeltez guerrera flanqueaban el declive en una dispersión de asalto .
El imponente peregrino arrostraba los riesgos empinado su morrión y sable en mano . Ese matorral , aquel tronco , salvaron lo de inminentes tabaladas . Un airecillo de puna retozó peligroso punzando jaquecas y nauseando mareos . Supremas anhelaciones enervaban a el militar . De_cuando_en_cuando , torcido por violenta apoyatura llameaba un lampo en el sable . ENTITY y piernas se crispaban entonces ...
Un chispeo de mica espolvoreaba las peñas . Profundos follajes , en conos de choza o en platitud de acamados céspedes , escondían precipicios bajo sus felpas . Un molle , un aromo de anaranjadas motas , cubrían por momentos a el dragón .
Arriba , apretados sobre la cornisa de el abismo , los montoneros respirando apenas , enmudecían . El jefe secó en dos gorgoritos las escurriduras de el chifle . ¿ Cuánto duraría eso ? Un siglo y un minuto equivalían .
El sargento bajaba siempre .
A trechos dudaba un poco enjugando se la frente con el puño . La partida resollaba entonces , enormemente . Vaciló una vez , y bajo el titubeo de sus pantorrillas , cerro y corazones se bambolearon . Un esguince lo equilibró .
Descendía siempre . A_reculones ahora , pues el dolor le ceñía los tobillos . adivinaban se crujidos , calambres bárbaros en la armazón de aquellas vértebras .
recuperó se un momento después , blandió el acero y fue a alcanzar con las últimas zancadas el fondo de el precipicio cuando el pie le falló . Claudicó un instante aún , y tropezando definitivamente saltó a el abismo .
Chocando contra árboles y peñas su cuerpo desataba enormes argayos , zangoloteaba se en golpes horribles . De pronto una rama lo encajó . revolvio se un momento con manos y piernas como un insecto panza arriba ; mas las piedras que consigo deleznaba forzaron , descargando se le encima aquel conato de resistencia ...
Un rumoreo excitó sordamente el grupo .
— Silencio !
Las cabezas se inclinaron .
Desligando se penosamente de el alud que lo trituraba , el demolido reo se incorporó sobre los codos . Demoró un momento como ratificando se ; procuró salvar después el trecho que mediaba entre él y la banderola . Una sobrehumana decisión prestaba le ánimo para intentar semejante esfuerzo . Reparaban desde arriba , bien que vagamente , sus piernas quebradas , su cuerpo estrujado como un odre , las desgarraduras atroces que lo lastimaban . Sobresalía bien visible una costilla rota por debajo_de la chaqueta . Ni se indignaban ni compadecían , tanto estupor les causaba aquello , tanto dominio ejercía sobre su voluntad el temido jefe .
Por fin , dislocando se en contorsiones , siempre a la rastra con sus piernas , sobre los codos que sangraban sin duda hasta el hueso , el hombre no distaba ya más que un paso de su presa . Un silbido de viento atravesó el grupo . Crujieron distintamente las tascadas coscojas . La banderola palpitaba allá abajo sobre el verdegal como un ala de mariposa .
Cuando el herido la aseguró en sus manos irguió el busto ante la partida que lo observaba , empavesado de arambeles , tan pálido que lo advertían a_pesar_de la altura .
Pero mientras sacudía el trofeo , un gesto de victoria lo transfiguró . Vieron en su boca el grito que hasta ellos no ascendía , sintieron lo en el corazón , y en un eco de sollozante clarinada se lo devolvieron :
— ¡ ENTITY !
Y el capitán , con el pecho como una fogata de alcohol , transportado por el alma que irrumpía en ese grito ; fatal de entusiasmo , tremendo de justicia , devorando en su crueldad un frenesí de remordimiento y de orgullo , atrajo uno de los hombres a el azar , estrecholo entre sus brazos , y sobre aquellas crines épicas , ante el pueblo de montes , en presencia de el sol — lloró de gloria .
El aguacero amenazaba de el norte . Una nube empequeñecía el firmamento , borraba las líneas de el paisaje — arboledas , cumbres — en su esfumación . Ladeaba a el ENTITY oscuro el sol ya cubierto . Un perfume de humedad serenaba el aire . Tufaradas de calor agravaban con pesadez de asfixia a el meditabundo decaimiento de las hojas . Abrumaban el cénit membranosas telarañas sobre las cuales el nubarrón desbordaba se como un derrumbe de arena . A el opuesto lado de el cielo se profundizaba en una acuosa claridad . Desde allá oreaba a intervalos una brisa perezosa entre murmullos de follaje .
La tormenta rezongaba y sus rezongos rebullían brutalmente atragantando se en retumbos . Una vanguardia de nubarrones ocupaba a gran paso las alturas . El ambiente afoscaba se más y más en una cálida modorra , adhiriendo se con tibiezas de sudor , mientras a_lo_lejos , por la falda de la serranía , rasaban cirros semejando despavoridas aves .
El gris de la siesta lividecía . A el agotado jagüel acudían con azorado trote algunos bueyes , escarbaban el polvo , mugían presintiendo el chaparrón . En la arboleda cantaban las chuñas como riendo a la loquesca .
La borrasca crecía asumiendo una tétrica solemnidad . Ya no quedaba en el sur invadido sino una faja celeste . El toldo de la tempestad se imbricaba denunciando granizo ; el cielo descendía en masa sobre las cumbres cual un golfo de algodón , y aquellos vapores disolvían en impermeable oscuridad el horizonte . De tal tiniebla , barcinada por cuprosos jaspes , desprendio se un copo blanco análogo a el humo de una reventazón . Ahora ya no había cielo : sólo masas informes de luz siniestra y de oscuridad , confusamente rodadas sobre los campos . Transcurrió un instante de quietud . Todavía silbaron en las cañadas algunas perdices . Emigraron en la punta de el viento que se iniciaba desordenando nubes , bandadas de pájaros .
La obscuridad de el fondo se ahumó , adquiriendo un tono leonado ; abrio se ya muy cercana y sobrevino una palidez verdosa que absorbió la perspectiva Un trazo de llama caligrafió enérgicamente la nube , detonando poco después a la distancia como el barquinazo de una carreta colosal .
Ralas gotas aplastaron se en el suelo con golpe mate , como pesetas . El aguacero ocultaba ya las circunstantes lomas . Una larga bruma se desgreñó en el cielo ; soplos de huracán bascularon la selva ; las frondas más altas esbozaron gigantescos saludos . Nuevos relámpagos encendieron sus flámulas . Las gotas trotaron con mayor presura . El rumor de el chubasco se alzaba a rugido , y por instantes , sobre ese borborigmo de caldera , precipitaban se a la brusca desmesuradas carambolas . Agujereando los ramajes el viento se atornillaba en expansión ciclónica , barrenaba los árboles entre resoplidos de órgano . El vientre de la tempestad ensangrentaba se de tajos . Una trama de noche y agua diluvial envolvía el comienzo de la refriega .
A el definir se aquellos preludios , la dueña de un ranchito edificado a la vera de el monte , una vieja embozada en burda pañoleta , apareció llevando un trozo de mate con ceniza que volcó en cruz sobre el patio para conjurar la granizada . Gritó luego alguna cosa , un nombre cuyo final se aflautó en la ventisca , y poco después brotó de los matorrales la cabeza cetrina de un niño .
Contaría éste unos cinco años . Su melenita tusada en cerquillo le cimbraba sobre las cejas . ENTITY y un tanto prógnata , este rasgo lo asemejaba vagamente a un lebrato y sus ojillos negreaban como granos de piquillín . Traía arañadas las piernas , encostradas las manos , pues a el llamar lo su abuela encontraba se junto_a el arroyo , moldeando en la arena húmeda un hornito sobre su pie .
El viento se colaba por su camisa cuya falda pendía fuera_de el calzón atado en bandolera . Entró a la cabaña con la mujer cuando el granizo lapidaba ya con fuerza . La acantaleada quincha rezumaba adentro en largas goteras , trepidando con temeroso rumor bajo aquel crústico bombardeo . Por suerte el vendaval refiloneaba apenas la casucha con su potente verberación .
A el fondo de el desmantelado interior colgaban madejas de hilos charros . Por una esquina , un tiesto despedía nauseabunda exhalación de orines en que legiviaban añil ; y en el tirante envejecían amanojadas raíces junto_a una balanza de mates .
Frente_a la puerta , sentados en sus monturas , seis hombres consultaban sobre el aguacero . Eran seis chapetones que llegaron ese día indagando por los insurgentes y sus vacas a la vieja , cuyo marido encabezaba una partida . Naturalmente , se dieron contra la pared de asombro vago con que el ademán de la mujer les cerró el horizonte en respuesta . Ignoraba todo . Aquel vecindario acataba a la autoridad contentando se con poco en punto a gobierno .
Su rostro se desvaía con la impasibilidad de un mueble . Mentía a_buen_seguro ; pero su facha astrosa no autorizaba ni un latigazo . Les espetó una retahíla de embelecos .
Qué rebeldes iba a denunciar por esos pagos ! ... Allá no se comunicaban con ninguno . Toda gente de paz , dedicada a lo que le concernía , trabajando cada cual como ENTITY manda . Ella , velay , tejía frazadas , ponchos , consistiendo en esto su industria . Hasta les tapizó por delante el suelo con una alfombra bilicia que probaba su habilidad .
Moraba con su nieto , sola en su viudez . Y no por jactar se , pero escasamente la superarían en punto a urdimbres y lanzaderas . Estribaba en el discurso , no más ...
Adoptando la posición , en_cuclillas junto_a el telar construido sobre cuatro estacas a dos palmas de el suelo , explicó . Casualmente labraba una caronilla entonces . De un empuje a la cárcola alzó las dos hileras de lizos y aparejó la lanzadera . Un golpe de pala después para apelmazar los hilos ...
Los soldados invectivaban categóricos ; pero ella se evadía por entre sus preguntas y arrollando cursivamente una de sus mechas , bizqueaba .
¡ A una pobre tejedora como ella qué le reconvenían ! Vacas ? ... De dónde , con semejante guerra ! Que no los convencía su desnudez y su abandono ?
Y tras acatarrar se de súbito para mayor grima , refugiaba se trapaleando en su monserga .
Esa caronilla que un vecino le encargó , salvaba la ahora . ¡ Cinco_reales en un paro de tres meses ! A peine también urdía algunas prendas ; pero la amilanaba ya el trabajo , los costos para recoger sus colores raigales : en las punas el socondo que tiñe de colorado , la tola que da el amarillo . Por las pencas durante días enteros en_busca_de grana ... Y lo que es plata , ni pizca . Cambalacheaba sus obras por maíz , a dos almudes cada colcha . Si permitían , los obsequiaba con algún trabajito ...
— ... ENTITY ! rugió uno de los godos , enfadado por aquella cháchara . Esos rebeldes ! Qué sabandijas ! Negaban sus ovejas alegando supersticiones estúpidas . Que si vendían una mermaba el rebaño ... Igual cuando no conciliaban todas las reglas a el sacrificar la , pues la habían de voltear mirando a el naciente , recoger su último aliento en la escarcela de la coca , no carnear sino a la puesta de el sol ...
Mas ya bastaba de pretextos . El bosque plagado de montoneras amagaba también con el hambre ; y para_colmo , la avilantez de esa pelarruecas los engañaba sin escrúpulos . Cuando bien que oyeron balar ahí cerca a el comenzar la borrasca . Perra de bruja ! A el infierno con sus estropajos y coloretes !
Brilló un sable sobre la tela , zumbó el altibajo y una lluvia de hilos rojos como chorritos de sangre cubrió el rostro de la vieja . En ese momento empezó el chubasco .
La manga de granizo resolvía se en aguacero . Sobre los árboles golosos de frescura eléctrica , las rachas pulverizaban el chaparrón , tan denso por instantes , que el día rayado de agua se tupía profundamente . Chales de lluvia azotaban se sobre la fronda , flameaban los relámpagos , y los truenos entreveraban gigantescamente sus monólogos .
La nube de la piedra , cuyo es el mugido , cedía el campo a la de lluvia , que habla . Y ésta , en una ampulosidad de vocales , rotaba trajines de catapulta rebotando avalanchas contra pórticos de bronce . Retiñían después trallas crepitantes , cascaduras de matraca que el cielo repercutía como una azotea ; deslumbrantes hachazos partían trozos de bosque ; embrollaban se , disparadas de tráfagos en la altura , nudos de ruido enorme , cataratas de estrépitos .
La mujer entendía como en su transporte esa conmoción de las paridas nubes ; y a su influjo abejeaban en su cerebro las ideas , murmurando como en un bosque invernal la hojarasca . Con palabras combatientes traducían los rumores de el temporal .
ENTITY ! decía aquel tartamudeo de colosos ; y en vítores prorrumpían las quebradas llenas de turbión , las bolsas de huracán que reventaban sobre los árboles . La guerra despeñando se de las alturas , encrespaba furiosamente la barba de ENTITY en raudal de espumosos ríos ; frotaba triscas sonoras en rotación de artillerías supremas , y mezclando remembranzas de la mitología regional con ese fragor de las procelas superiores , advocaba a la antigua madre de los cerros , la ENTITY , el destino de las pandillas cuyos fierros cercaban el país .
Y la mujer robustecía hasta la certidumbre aquellas interpretaciones ; y en su espíritu desfilaban los años unos tras otros cual los árboles de una perspectiva fugaz — cien años ... doscientos ... trescientos — reavivando enconos de dominación , aguantes de servidumbre e inminencias de desquite .
Los antepasados de cobre protestaban en su desmirriado linaje . No se los comprendía de el todo , porque , en_vez_de clamar , tronaban ; pero embravecía los , sí , un estridor de cólera , un encargo de venganza contra esos sayones de el rey que deshacían los telares con sus manazas brutas ...
La vieja entrecerró los ojos ; pegó se le a el galillo una herrumbre de llanto , y como en ese instante recordara a el niño , ilógica pena la estranguló en sollozos .
El chico recelando se de los hombres , se acurrucaba tras la puerta con montaraz inquina , aunque embargado de admiración por las armas . ENTITY , imitaba sin advertir lo la expresión de aquéllos . Su fiereza de cachorro precoz , curtido en los pastoreos de la puna y ya jinete , se descogía ante los soldados .
Ajustó a su cintura las boleadoras de cuartillas de oveja ; improvisó una escopeta con la guía de los lizos — una caña rajada en su extremidad y bifurcada por un travesaño que a el apretar aquella se disparaba ; y envolviendo su honda en la nuca simuló galopes sobre un cráneo de buey . Los hombres juraron sordo , desplaciendo les la jugarreta de el muchacho . Entonces éste , para atravesar con más cautela , imitó a los pájaros cuando galanteaban , cuando anidaban , cuando caían en sus lazos , mientras el resto de la bandada , en brusco remonte , surcaba el aire como una bandera de pluma , ENTITY famoso , copiaba sus rasgos a maravilla . Poco_a_poco , garlando , concertó actitudes : las avizoras mímicas de el loro , las enfáticas venias de la torcaz , los flébiles arrullos de la tórtola compungida . Se pomponeó a pasitos de coqueta como la calandria y a_trancos de agrimensor como el flamenco . Más pronto , fatigado de la pantomima , tornó a su sitio .
Escampaba . El arroyo deglutía gorgoriteando , y sonoro como un derrumbe de quincalla vertía se sobre las piedras su raudal . Por los aguaduchos convergentes a el jagüel boyaban amerengados copos de espuma .
La vieja , entretanto , arrobaba se en la contemplación de su nietecito , con silenciosa ternura . Cuánto le costaba , en efecto , de angustias y de promesas ! Pues como cuidadosa ella fue siempre la más . Cada que podía le propinaba sangre de cóndor para alargar le la vida ; y todas las tardes , cuando le voceaba por las lomas el espíritu , no se le perdiera y le aojaran las brujas , temores recónditos roían le el alma . Cardón tras cardón desfloraban juntos para san ENTITY , patrono de las hierras ; y aquellos florones con su carnación de aponeurosis , agradaban a el santo . Y cuando se volvían pasacanas sabrosas , diezmo de frutas le consagraban .
El muchacho inquietaba se otra vez en su forzada retención . Los pies de los hombres , con sus botazas , proporcionaron le un solaz . Acercó a ellos su escopeta y disimuladamente empezó un pimpín . Los realistas en su fosca desazón , cavilaban demasiado para regañar lo ; pero él , incitado por aquella aquiescencia , escatimaba cada vez menos sus golpes . La caña tocando bota por bota , acompasaba ya el estribillo de otro juego :
ENTITY ponedora , ENTITY uno , ENTITY dos , ENTITY tres , ENTITY cuatro ENTITY cinco ... Casi de_repente nordesteaba la nube . Sobre el faldeo blanco de granizo , corría una pincelada de sol . Como dorada velutina lloviznaba un polvo acuoso , último resto de el chubasco . Por los claros de el firmamento diluía se en agua de arroz el ampo de los cúmulos . La próspera tierra espirituaba perfumes ; y de un hormiguero cuya mambla fofa vaporizaba densamente , surgía un trozo de arco iris en refulgencia de azarcón .
Bajo el algarrobo familiar , los caballos de la partida poniendo anca a la lluvia boceaban en mustio duermevela . Sus dueños , en_el_interior_de el rancho , discutían la marcha próxima , rejurando su indignación contra esa tormenta cuya espalda enorme se dibujaba a_lo_lejos . Triscaba otra vez sobre las botas la escopeta de caña :
ENTITY seis , ENTITY siete , ENTITY ocho , ENTITY tu biz ... En repentino arranque un soldado manoteó a el niño , hundiendo lo entre sus rodillas . Alto el rebenque , vomitaba sobre él excesivas blasfemias . El rotoso calzoncito empezó a gotear ...
Casi entero desaparecía en el pliegue de el capote aquel vástago de montonera que el hombre tronchaba , como desquitando en él los sangrientos extravíos de la selva . Su juego vejaba . Ah , bribón ! ... ¿ No se divertía ese pergenio zaparrastroso en golpear les los pies con su artilugio ? ... Casta de coya traicionero ¡ ahora vería !
Cinco azotes acardenalaron sus piernas que pateaban desesperadamente en el aire ; y de abajo , en media lengua que la infancia y la aspereza dialectal degeneraban , se le oyó chillar como un cabrito degollado :
— ¡ No , tatita ... no ... io shabo shel güeno !
El terror consiguiente , eliminó todo intento de protesta . Fuera , apelotonado contra la pared , lloraba el niño . La vieja se acuclilló a su lado , mentón sobre las rodillas , las manos trabadas en torno . cargaban se le hacia abajo los carrillos como una masa de cobre que restringía en tufos el lendroso pelo . Y entre soponcios , hibridaba de quichua una invocación de la cual percibía se el " Dios padre , ENTITY hijo " :
— Dios yaya , ENTITY ...
Así por fuera ; mas por dentro saturaba se de ponzoña . Ráfagas de odio devastaban su corazón ; su ancianidad miserable palpitaba en esta idea : avisar a los hombres reunidos en la pulpería cercana , imponer los de el talión que la tormenta clamoreara en su oído .
Los caballos dormitaban allí ... Sonó un chapoteo ... Una arrancada ... Un latigazo . Y el niño partió a_media_rienda bajo los árboles .
Sorprendidos , los godos requirieron sus carabinas tirando a el azar contra la fugitiva silueta ; pero en ese instante llovió otra vez .
Cierta nube rezagada llegó enturbiando la tarde , un trueno en la punta , asperjando chorros de regadera , llevando se por los matorrales , a la rastra , los hilos sueltos de la lluvia . Y cuando pasó , el bosque separaba ya a los soldados de el fugitivo .
Allá en la pulpería , los hombres de la montonera local apuraban desde el amanecer tinajas de chicha . Aprovechando una tregua , el pulpero sopló ese día la corneta de los jolgorios . Convidados por el son de ese cañuto a cuyo extremo encorvaba se en pabellón el cuero de una cola , acudieron los insurgentes . El negocio arruinado por la guerra , liquidaba en tal forma créditos insolutos .
Así que votaron a la ENTITY su parte de licor y de coca , los bebedores entregaron se a su desenfreno con bestial avidez . A el mediodía la parranda arreció .
Si a el locro le echas vino , Qué será sobre el tocino ... Y lo canturreaban definiendo su gula en un tesón de borrachera . Sangrientas binzas estriaban los ojos ; el sueño apretaba los párpados como una faja de arena , pero ninguno se rendía ; eso deshonraba . Atrofiando se con progresivas libaciones , discernían menos cada vez . acedaban se sus axilas ; nadaban en sus cráneos las ideas como cuajarones de sangre . Embrutecidos por el alcohol y por la lucha , algo feroz les afieraba el empaque ; pero sus almas eran de una vasta simplicidad como las de los bueyes , y aun en aquella hora de orgía babeaban sonrisas de bondad .
De_rato_en_rato uno invitaba :
— Tomo y obligo !
— Pago ! mantenía el interpelado ; y cada uno se racionaba un botijo .
Así proponiendo y retrucando brindis , emulaban el día entero entre escancias y obligos . El silencio se ensimismaba progresivamente bajo los chambergos . Las vidalitas incoherentes de las primeras horas , las tremolinas pronto apaciguadas con apelaciones a la familia y a la amistad , expiraban en lóbrega hurañía . La borrasca traqueó inútilmente su trifulca sobre ellos .
Hubo un instante de horror en esa taciturnidad de beodos . El pulpero , a quien acosaban recuerdos de su mujer fallecida poco antes , ululó un sollozo maldiciendo su suerte . espantaron se los animales ; y como entonces tirotearan los godos a el niño , nadie lo advirtió .
La carrera de un caballo sacudió un momento después ese sopor de repletos . El galope se sujetó ahí cerca , chapaleando el lodo . Asomaron a la puerta los montoneros . El jaez de la bestia constituía por sí sólo una alarma ; pero sin valorar el acto en la temeridad de su borrachera , dos salieron a el rastro , volviendo muy luego con un envoltorio , amarillos y a_escape . En el suelo depositaron su carga .
Allá sobre un poncho el niño se moría , pues una bala lo tocó a el partir , perforando le los riñones . Dieron con él cerca de el rancho , a cuyas goteras el eco de unos gemidos les advirtió riesgos próximos ; y prescindiendo de aventurar se más , por juzgar posible una sorpresa , traían consigo a el pequeño postillón con que la vieja les encargaba memorable escarmiento .
Un silencio en que se hinchaban sollozos atenaceó las gargantas con su astricción de nudo . arrodillaron se en_torno_de el mensajerillo , temulentos aún de alcohol y de sorpresa .
Cerrados los ojos , regando de sangre tumultuosa el suelo , aquel niño propiciaba con su holocausto victorias futuras . La agonía opacaba su faz donde las lágrimas que arrancó el rebenque godo escribieron dos prolongadas vírgulas ; y a el endurecer se en la última convulsión , su endeblez se ahusaba — pobrecito ! — como triste candileja que gasta en suprema oblación su resto de llama .
La muerte heroica lo acuñaba en su bronce . Entraba a la gloria a el poder de su sacrificada inocencia , sahumado por la fragancia de el bosque , bajo la tarde que lo ungía de inmensidad celeste . De aquella pobre camisita volo se algo irreal como la sombra de un suspiro . Los hombres lo notaron y una ráfaga de bravura barrió de sus frentes el estupor infame . Frenesíes de coraje enconaban sus corazones . Semejante muerte aparejaba un torcedor irremisible .
Montaron algunos . Las espuelas de el abuelo repicaban en sus talones , pues se estremecía como si le diera el viento , y su encono los poseyó .
¡ Arriba , a el bosque de los acechos mortíferos donde la guerra se rebozaba de espinas y de fronda ! Arriba , lanzas ! Arriba , sables !
Los caballos piafaban sonoros como bronce , salpicando su espuma sobre el niño .
¡ Arriba , a el combate orquestado de alarido , a las cargas contra el godo que les asesinaba su niño patriota ! Arriba , sables ! Arriba , lanzas ! Y parecía les que a el arrancar , se llevarían por delante el cielo con las cabezas .
Levantaron el cadáver , tan ligero que aparentaba un pollito ; reclinaron lo en un catre bajo el crepúsculo techado por nubarrones de cinabrio espeso como un suntuoso plafón — y uno de los montoneros , reverenciando lo , mojó sus dedos en el coágulo de la herida , y con ademán sombrío se santiguó por la señal de la patria .
Entre los oficiales de la montonera había un capitán medio literato y que sabía latín . No cargaba borlas de doctor , pero componía coplas y además adoraba a el ENTITY . Las cargas de ENTITY le sonaban a poema . De los libros que en pipas sedicentes de vino y sal traían a ENTITY los contrabandistas , algunos le cayeron a mano . Fueron allá con las carretas que echaban seis meses de viaje , en petacas y almofrejes clandestinos .
Aquellas caballerías de la ENTITY que como las nubes en el cielo tempestaban en la tierra ; aquellas águilas , aquellos sables , lo mareaban ; pues el capitán , como buen poeta , tenía algo de héroe y aun por tal se jactaba sosteniendo lo a sablazos . ENTITY proclamista además , con doble razón lo querían los montoneros . Gallardeaba asimismo anacrónicos boatos , luciendo sobre galoneado chupetín un antiguo falucho a lo ENTITY que confeccionó con los colores nacionales .
Sus treinta_y_cinco años conservaban se esbeltísimos ; y como se afeitaba el bigote , parecía un adolescente . Su puño casi femenil blandía con noble donaire una lanza cuya arandela de plata parecía , de tan pequeña , un apagador ; pero cuyos botes encomiaban con legendario renombre la pujanza de su dueño .
Aquel oficial desempeñaba a_pesar_de sus dotes una misión subalterna : cortar las comunicaciones de el ejército realista aprisionando le sus correos , con cuyas escoltas combatía a_diario .
Declarada la guerra a_muerte , inventó un método que excluía la ejecución de prisioneros inermes . proponía se a el maturrango en desgracia un combate singular con cualquiera de los insurgentes . Si aceptaba , moría peleando ; si no , se le ahorcaba por cobarde . De morir , a lo menos , con gusto ; y de luchar , siempre a la iguala , decía el capitán ; y si la montonera aminoraba un poco en ello , su honor no perdía desde_luego , mientras por otra parte sus filas se depuraban de lo peor .
En tales duelos ocurrían peripecias terribles . Cierta vez cayó un godo a la trampa . El capitán hallaba se con tres hombres solamente , dispersos en exploración los restantes ; pero no vaciló por ello y el adversario aceptó la partida , comunicada que le fue . Era un húsar formidable , casi puro pelo la frente , cavo el ojo , enarcado en alero el bigote — lindo animal de guerra .
Arraigado en su empaque con una macicez de cubo , esperó a su contrario . Y fue cosa de un instante . No más que a el comenzar le volteó una quijada de un hachazo . Mismo golpe para el segundo . En_cuanto_a el tercero , de un revés lo despabiló como una vela .
Sucedía eso por primera vez , más no extrañaba a el capitán . Desde el principio , el hombre aquél le llenó el ojo . Pero costaba demasiado , y además precisaba combatir , cumpliendo la palabra .
El capitán desenvainó envidando con una ojeada ; mas , apenas los sables se tocaron , saltó el suyo en un desarme maestro . Una llamita le empurpuró los pómulos , con la natural angurria de rajar en dos a el soldado . Este no se inmutó . Conservaba exactamente su guardia , medio enterrados los talones , sorbiendo el aire con anhelación profunda , la frente partida por una raya de sudor .
Desarmado por tercera vez , el oficial permanecía incólume . Contenía quizás a el húsar el respeto de el grado o alguna inexpresada simpatía que emanaba de aquella mocedad . Entonces el capitán con un dedo en que la irritación de el fracaso vibraba , le señaló el camino . Qué hacer le ! Se había ganado su libertad y luego le perdonaba la vida . Que se marchara , pues , a propalar su victoria en detrimento de la patria . El hombre se quedó con él .
Semejantes episodios lo afamaron , comentando se su historia por los campamentos . Pronto a un viaje para arreglar cierto mayorazgo en ENTITY , había sobrevenido la ENTITY : y , aunque de familia opulenta se empobreció por la causa , reservando como único patrimonio los papeles que narraban cosas de el ENTITY .
Sus cojinillos , tanto como los huecos de los árboles , servían le de armarios ; y nunca rehusó un folleto para tacos de carabina ; pero entre los bagajes de el español hallaba libros de_cuando_en_cuando . Constituían su botín , y los gauchos se lo privilegiaban reverentes . El capitán era buen católico . Alguna vez trajeron le un volumen que resultó misal de campaña y él lo devolvió con una escolta .
Lo único que lo mortificaba era carecer de un clarín con qué pregonar sus cargas . En vano lo había pedido ; en vano disputó a sus hombres más hábiles para que se apoderaran de uno en cualquier forma ; en vano realizó proezas capaces de inmortalizar lo , en el intento de arrebatar uno a el enemigo . No tenía clarín , y sin música no hay guerra , suspiraba quejoso .
Cuidaba mucho sus cabellos , apartando los sobre las orejas en dos bucles castaños . Trasuntaba abolengos su aquilino rostro . Prócer su estatura , acrecía la con la marcial costumbre de mirar por encima_de el horizonte . Durante sus diálogos paseaba frente_a el interlocutor , pero sin dar le nunca la espalda , como los felinos , ezquerdeando elegantemente . Los montoneros prendados de él , se hacían matar porque los viera morir .
Su espíritu abrupto jamás llegó a disciplinar se en la táctica , incomodando le como una bajeza todo disimulo ante la muerte . Él lo entendía en romance : por palestra la montaña y el firmamento por bandera . Una lanza , una vidalita , un caballo , el bosque , componían sus posibles . Empero , su independencia no comportaba necedad . A el contrario , poseía todas las reglas como el mejor ; y mientras se deprimía el uso de la lanza , su partida de lanceros refutaba soberbiamente la aserción . Pero , eso sí : él reglaba las cosas a su gusto , y la muerte como una perra gruñona , no se atrevía con su temeridad .
dejaron le , pues , aquella capitanía con que sus hombres lo invistieron , sin conferir le despachos aunque sin desconocer se la tampoco .
— No_sólo me han nombrado capitán , sino_que me han casado , explicaba él sonriendo a su lanza . La mujer de el capitán , decían los hombres . Y , en efecto , no se le conocía más afición en femenino .
Sus cóleras embellecían lo con una especie de interna luz . En la dilatación de su pensamiento su frente semejaba la hoja de un sable . La ira le encrespaba el cabello como una brisa eléctrica , vibrando en la dilatación de sus narigales y en la chispa de sus ojos : — ojos de batalla que embravecían con magnetismo sagital su jaspe verde .
Pronto la calma , una paz en la que se refundía cierto vapor de tristeza , amparaba su exaltación como una grande ala . Sus coplas se plañían de amores . desvivía se por las criaturas y los caballos .
Una ahijadita suya peligraba de sarampión . ENTITY a la choza donde yacía , acampaba un retén enemigo ; pero el capitán reflexionó que el estruendo de un combate dañaría a la paciente . Su posición le aseguraba el triunfo y abandonola no_obstante , alejó a el enemigo a costa de una pantorrilla baleada . Fuera_de aquella cicatriz contaba nueve y ni una sola condecoración . Odiaba a los puebleros más que los gauchos mismos . decía se que cuando operaba sobre el ejército español , en el mismo real enemigo dormía noche por medio , con la querida de un coronel .
relajaba se en un largo asueto la disciplina de aquel grupo ; sus exploradores nada traían ; mientras continuaba la invasión . El capitán , falto de órdenes , distribuía el tiempo entre la atención de su caballo y la escansión de sus trovas . La selva tornaba a la quietud anterior de sus verdores . Un laurel muerto servía de caballete a las monturas . ENTITY y sables , suspendidos de los gajos , criaban velozmente el orín de la holganza . Los caballos convertían se en raciones ; sus cueros en toldos . Los restantes pacían cerca de un manantial cuidados por un solo hombre ; y el de el capitán se les reunió abandonando su pesebre , cuando fue necesario emplear todo el maíz en el mote de la tropa . Ésta ociaba a su gusto y el jefe , en una crisis de descuido o contagiado quizá por la confianza y la inacción , se emperezaba igualmente . Por toda precaución conservaban su orden de pernoctar con las tercerolas a la cabeza .
Los días enervaban con su largura ; pasaban lo , aunque algo hambrientos , demasiado bien , y aquello , si no irritaba , aburría .
En eso ocurrió un incidente que vino a divertir los en su abandono . A_el_cabo_de muchos días , los exploradores volvieron con presa . trataba se de un ciego que desde ENTITY se dirigía a ENTITY buscando su familia . Cómo llegó hasta esos parajes , por los despoblados , sin lástima ni socorro , nadie lo supo . Por alimento , según dijo , agenciaba se algarrobas y mistoles ; por bebida , tragos de lluvia en las huellas de los caballos . La miseria se atareaba en sus pingajos revejidos por los soles y aguaceros . Contaría como sesenta años . Una mecha blanca se hispía a_través_de su sombrero ; y tal para cual la barba , esparcía un ralo brote sobre el perigallo senil . Traía a la espalda , por todo haber , una alforja con bayas de el bosque y un violín rabón de cuerdas . Comúnmente silencioso , mamullaba su mate de la noche tarareando suaves tonadas en un recogimiento evocador ; y cuando una de ésas , sus dedos sarmentosos vagabundearon sobre la guitarra de el campamento , y largó su voz de opaca dulzura , casi como un vagido , los más herejes sintieron una falla en el corazón . Cantaba el viejo los estribillos aldeanos , el romance de algún famoso bandolero , con octosílabos enredados en el rasgueo como pájaros en el ramaje , titilando una lucecita sobre el agua de sus ojos . Por las noches , cuando a el amor de el fogón contaba cuentos — la historia de el niño que salió a rodar tierras en un potrillo de siete colores , o la de los hechiceros que se transformaban en tigres capiangos — cada cual le reconocía rasgos de padre . Si bostezaba , su leñosa faz llenaba se de arrugas concéntricas , como un sirle ; y ésta era su única mueca , pues jamás reía . De aquí que lo sospecharan indio , acertando tal_vez , porque refería cosas de el tiempo de ENTITY — una representación de el ENTITY , el drama quichua de las rebeliones , así_como la ejecución de los revoltosos .
habían le encordado el violín cuyo arco no muy desvalido de clines funcionaba aún ; y a su compás sorprendiolo el capitán una tarde cerdeando las cuerdas con un nuevo son . Era la marcha de la patria aprendida a las bandas militares ; toda la música , pero sólo la primera estrofa .
El capitán la sabía también , mas nunca había lo impresionado como aquella tarde . Cundía algo de religioso en esa canción entonada por un hombre tan viejo , cual si de las razas en ruinas reverdeciera una esperanza secular erigiendo se por su boca en árbol de música . Y como si adentro se les iluminase la mirada , vio la sorda voluntad con que los árboles y cumbres asentían a la evocación de el verso .
Veneró desde entonces a el mendigo , en_tanto_que hondos escrúpulos remordieron su corazón . Mientras él urdía coplas que sus hombres cantaban , la ENTITY no se oía a la hora de la muerte . Mas , si semejante conducta importaba un sacrilegio , él la remediaría ; y la voz de la patria levantaría se sobre aquellas cumbres llevando se a la gloria espíritus y fervores .
Esa misma noche se realizó la escena . Los hombres , de pie ante el fogón , atendían ; y cuando el viejo entonó las primeras palabras , instintivamente , como ante una presencia superior , se descubrieron . La llama a pincelazos bruscos iluminaba les las barbas . ENTITY cual si los rozara un aire de el otro mundo , cruzadas las manos sobre el tirador , escucharon en silencio . Las fisonomías permanecieron impasibles , pero poco después una voz pensó en la sombra :
— Parece un rezo ! ...
El capitán se inspiró . Enseñar les la marcha , creando se una banda de tragaderos que reemplazaran a el ausente clarín . Formar con el último verso de el coro el estribillo de la victoria y la antífona de el peligro . Así redimiría su pecado de lesa patria , sustituyendo con el himno sus vidalitas baladíes . ENTITY un tanto , quizá aquello beligeraría como un arma .
Y qué colaboraciones ! Bordar lo a lanzadas , ritmar lo a sable , con la galopada tierra por tambor y los jarretes por baquetas . Cargas de hierro y cargas de música entre el tumulto de mandobles brillando como las rayas de un aguacero :
¡ ... O juremos con gloria morir !
Por toda disyuntiva , un juramento de gloriosa muerte . Nada más para las arremetidas a el compás galopante de el decasílabo ; ese solo verso bramado , suspirado , reído en la familiaridad de la muerte , mientras reservaría se la estrofa para las solemnidades a_modo_de una suprema diana .
Y el capitán suponía se ya , jineteando a_el_frente_de sus hombres en la fresca mañana , las lanzas diagonales a el firmamento , joyante el sol en las pieles de los caballos , recto sobre el enemigo , a el trote , a el galope , a la carrera , remolineando la carga sobre erizamientos de bayonetas . Y en tanto el verso belísono espoleando los corazones , pordelanteando a los regimientos enemigos , repicando les la muerte sobre las nucas . Y los hombres , alegres de rugir aquello , echados a el costillar de el caballo tras el tundido guardamontes , zambullendo se en la descarga y reapareciendo — ¡ ah hijos de una ! — con un godo ensartado en cada chuzo .
En su táctica singular , ese arbitrio entraba seriamente , dado_que ella limitaba se a dos términos : cuando la partida abundaba lo suficiente , bastaba para triunfar ; cuando no , sobraba para morir .
Comenzaron , pues , las lecciones . El ciego coreaba , el capitán dirigía , y con esto los hombres , que lo adoraban ya , lo santificaron . Era su cura , puesto que les enseñaba las oraciones de la patria . Algunos se confesaron con él .
La siesta ardía como una roncha en el ambiente . Semejando grumos de azúcar , se desleían cirros en la profundidad de el firmamento . Sobre los collados que amurallaban el horizonte con sus lomos vacunos , cruzaban sombras de nubes . Crudamente lavado por el sol , el paisaje se descoloraba en una tremulación de vidrio neutro . El polvo reflejaba visos de albayalde . En la napa de luz de la siesta rielaban largos temblores . Minúsculas trombas bailaban en los caminos . El silencio pesaba como un bloque . En el manantial que abrevaba hombres y bestias , el agua corría silenciosa como el tiempo .
Alrededor_de el claro donde acampaba la montonera , erguían su columnata los árboles por entre cuyas hojas atigraba el sol la tierra . Las aves guarecidas en el follaje cotorreaban apenas , sobresaltando se con bruscos volidos entre rupturas de ramitas . Asomaba tal_cual ardilla confianzuda , miraba lo todo , y azorando se desaparecía en un parpadeo . Avispas rojas encendían se como chispas a el cruzar extraviados haces de sol .
Más alto aún , el techo de el bosque desarrollaba su arquitectura , enramando se con ojivales entrelazamientos de glorieta .
En puro azul los jacarandáes , los lapachos en ramilletes rosa , en borra dorada los garabatos , fingían su florescencia primaveral zarazas y felpas . Algunos ya con su traje de estío , esponjaban verdores profundos , trasudaban otros sus resinas . destacaban se entre aquella vegetación las breas , satinados de verde sus troncos glabros . Con esbelteces de cucaña lanzaban se los cebiles : los cedros tendían como nadadores , brazos gigantescos a_través_de la maraña ; los nogales como que protegían con doméstica paternidad , y los palos santos recelaban en su corazón fragancia y fortaleza . Aquí y allá un palo borracho de tronco oval que parecía tachonado de pernos , prodigaba a el sol sus florones crema . Algún quebracho pregonaba corajudas longevidades , tenacidad de fibras cauterizadas por el tanino como jamón magro . Las flores de ceibo purpureaban con una carnalidad de mucosas . El tronco de laurel , aderezado de caballete , desaparecía casi bajo un ropón de enredaderas por entre cuyos resquicios se agrietaba su forro paquidérmico ; parecía una madrépora constelada aquí y allá por el azuloso lucero de las pasionarias , adormecían se los cuchicheos de el follaje ; la tierra sudaba frescura , y mientras el sol , afuera , se deshacía en brasas como un tizón , la partida sesteaba .
Junto_a las monturas algo se movió en el silencio . Una víbora se descolgó a lo largo de el tronco con la suavidad de una bordona , a el mismo tiempo que el mendigo alzaba la cabeza .
Nada ! ...
Así transcurrió un minuto hasta que todo se durmió otra vez . agitaron se de nuevo las hojas ; el cañón de una carabina apareció entre las monturas , y sólo el mayor silencio advirtió que andaba gente en el bosque .
El simultáneo estruendo de treinta tiros convergentes , despertó a los dormidos , raleando los con seis bajas ; y los más , requiriendo sus tercerolas ; los restantes sin advertencia ni para esto , a_gatas , a_saltos , en una agazapada confluyeron .
Mas el bosque retumbó con nuevos estampidos y nuevas bajas aportillaron el grupo . Dos se pararon espalda con espalda , mientras los otros corrían cazados de todas partes , una puntería sobre cada uno , la muerte sobre todos : ése abalanzando se a las ramas como postrer recurso , éste trotando en_torno_de los cadáveres sin ningún objeto , sordos a las voces de el oficial , acorralados , irremisiblemente perdidos , cuando entre el estrépito de la carnicería se elevó un canto .
Era el mendigo , que llorando de miedo tentaleaba hacia la muerte , implorando los en el trance supremo con la voz misma de la patria . El capitán aprovechó ese momento . Su voz , ronca de angustia , increpó :
— Canallas ! ... Puercos ! ... Así nos dejan solos ! ...
Y pistola en mano , los alineó en_torno_de el viejo . Uno se dio vuelta todavía y de un balazo lo dejó tendido . El cobre de los semblantes advino a bronces . Era su modo de palidecer . Alguien , oculto entre las ramas , intimó rendición . Los hombres se atiesaron con un estremecimiento , y el capitán , avanzando a el frente , respondió :
— ENTITY !
Un instante ...
— Fuego !
Tronó otra descarga , mas ahora respondía la montonera . El tiroteo se generalizó de parte a parte , pero los godos elegían a_mansalva precipitando la circuición . Entonces el capitán codeó a el ciego que se prendía de sus ropas , gimiendo , y el himno brotó otra vez en un sollozo .
Ya no era el estribillo de los combates , sino la diana de_reserva para los grandes días , la que nunca se entonó hasta entonces , atraída por augusta corazonada a los labios de el ciego :
¡ ENTITY mortales !
— Rendid os !
— ENTITY !
— Fuego !
— .......
Quedaban quince . Blancas humaredas surgían de los matorrales . oyo se crujir , a el montar se , los gatillos de los fusiles .
Libertad ! Libertad ! Libertad !
Espontáneamente las bocas se abrieron , y fue como una avenida de música arrollando el aire . Ahora ya nadie huía . Cantando se animaban ; y cubiertos de humo , flotaba el himno sobre ellos a_la_manera_de un solemne pabellón . Alternado con las descargas , irrumpía incesante . De imprecación se volvía salmo y de salmo despedida . Más bajo cada vez , rasgaba se ahora en una endecha de heroísmo , lanzada a el desamparo contra la montaña , contra el bosque , contra la muerte que diezmaba desde la oscuridad ; y dos o tres agonizantes se alzaron sobre las rodillas para entonar lo también .
Ya sin esperanza , sorprendidos , justificaban se muriendo . quería lo así su capitán y así lo aceptaban , identificando se más con él en ese honor de la última hora . El enemigo no atacaba , hería de lejos , contenido por la exaltación de coraje que suscitaba el canto . Y éste mecía se cada vez más solemne sobre la erupción de el tiroteo . Los talantes se agrandaban a palmos en su vibración . Como águilas salían de las barbas los versos . Y mascados por esas bocas feroces , golpeaban contra los pechos enemigos acorazados con árboles .
Desde el bosque primitivo , su clamor de esperanza decía a los mortales cuál se levantaban las naciones y se rompían las cadenas de la evocación de semejantes moribundos . Un mendigo y diez insurrectos descamisados a quienes la tumba les subía por las piernas , flacos de gazuza , peludos como animales , cantaban así su propio holocausto , foscos anunciadores de una aurora que no verían . El sol bajaba . Un escalofrío les indicó que ya apuntaban sobre ellos otra vez :
Y a sus plantas rendido ...
— Fuego !
El verso se cortó como una cuerda , pues el mendigo cayó otra vez . Varios tiros convergieron a su cabeza tirando lo boca abajo como en el revolcón de un corcovo .
Aquella muerte decidió la catástrofe . Sobrecogidos de pavorosa estupidez , estrecharon se unos contra otros como las hebras de un nudo . Un vago deseo de acabar pronto sustituyó a el entusiasmo de el sacrificio , y la pelea degeneró en un fusilamiento .
Las mandíbulas se desencajaban ; algunos se cubrían el rostro . El capitán comprendió también que el fin llegaba . Caído el anciano , su clarín , y un poco su abuelo también , ya no les quedaba media_docena de suspiros .
Con clarividencia especial su mente minuciaba nimiedades y deseos , locos deseos de gritar le venían , pero no encontraba qué .
El canto , aquel delirio de un minuto , acababa de pasar como un trago de vino . De sus devaneos imperiales no conservaba ni el recuerdo . Una bala le voló el falucho , y entonces acudió el grito buscado para retar a el último plomo :
— Hijos de puta ! ... Metan fierro !
ENTITY ! aulló por última vez el bosque , y bajo la humareda acuchillada de fogonazos cayó el resto de la banda .
La tarde diluía en su frescor las fragancias silvestres . Un rayo de sol , regando de luz el soto , se estiró hasta el capitán , y bajo los árboles oscuros , como besando lo , le alumbró la frente ...
Si me hubieras avisado Cuando te ibas a bañar , Yo te habría hecho un pocito Llenito de agua de azar . Ay , ay , ay , ay , ay ... Deja me llorar ... Que sólo llorando Remedio mi mal . Rasgueaban ágilmente los mozos , aun con siete_horas de fandango , pues jaranearían hasta la noche sin parar , a charango y guitarra . El instrumento indígena con sus ocho pares de primas dispuestas sobre un carapacho de quirquincho , atiplaba una especie de llantito melodioso , fingiendo distancias y detallando melancolías , a_dúo con la vihuela requintada por más primor . Para floreos y posturas bastaban los trastes de el primero , sobrando le aún clavijas en previsión de habilidades superiores .
No las poseían los bailarines , aunque danzaban muy bien sus gatos y escondidos . trataba se de unos mocetones patriotas que se encontraban allá de paso — seis para cuatros mozas — y por esto los excedentes emparejaban con los instrumentos .
Entre un remolino de ruedos almidonados a rabiar y flecos de calzoncillos , las mudanzas describían primores , redobladas a talón sobre el piso . Una cueca arrastraba dos bailarines en el lánguido ritmo de sus figuras :
En el mar de tu pelo Navega un peine , Y en las olitas que hace Mi amor se duerme ... Vidita de mi vida , Da me un besito , A la moda ' e mi tierra Repicadito . Y luego una anotación picaresca :
Negrita yo soy un pobre , Pobre pero generoso ; Como el hueso de la cola Pelado pero sabroso . La habitación oscurecida por su alero excesivo , contenía apenas a los bailarines . ENTITY y catres amontonaban se en el corredor ; pero arrimada a el muro de el fondo , una mesa obstruía la mitad de el cuarto , cubierta por un rimero de flores en el que los chillones claveles de lana se confundían con los vástagos de cilantro y de toronjil . ENTITY pendían de el tirante formando una enramada a un cajoncito verde que ocupaba la mesa , y en el fondo de el cual , medio incorporado hasta sobrepasar con su cabeza los bordes , veía se un cadáver de niño .
Desde tres_días atrás lo conservaban entre cuatro candiles , amenizando con zapateados su angelización que iba a transformar lo en el numen de el hogar , mientras su cara , a el manir se , profundizaba un fruncimiento superciliar de muñeco lúgubre bajo el clarín de su gorra . Había muerto emponzoñado por la leche de la madre , que lo amamantó temerosa todavía ante un supuesto ataque de los españoles .
Las muchachas , entornando los ojos , besando les las pantorrillas sus trenzas , muy graves en la blandicia de el paso , se zarandeaban sofaldando se ligeramente , o con las manos como colgadas de los brazos abiertos , granizaban castañetas :
Si tu corazoncito Fuera_de azúcar Todo el día estuviera Chupa que chupa . Y los mozos escurrían su mirada de oblicua malignidad , que el chambergo velaba oportuno , por las mejillas de un moreno entre dorado y bermejo como la corteza de las granadas , hasta los corpiños de tirante redondez y los tobillos de cenceña escultura . Estaban realmente lindas con sus crenchas negrísimas volteadas a la derecha en símbolo patriótico , y sus angaripolas que , a_pesar_de la descalcez , resultaban un lujo para las viejas camisas de los galanes .
Pertenecían éstos a la montonera capitaneada por el padre de el angelito y como más próximos , llegaron la tarde anterior . De el cuartel general se congregaba a los caudillos lugareños para una concentración en la selva ; los chasques habían comunicado ya la orden , y sobrellevando el accidente que le arrebataba su primogénito a el año de matrimonio , aquél no quiso ser menos y citó para la madrugada .
De un galope se pondrían a el amanecer en el sitio indicado ; y como el cementerio distaba , antes_de partir sepultarían detrás_de la casa a el niño . Allá a la luz de las velas , entre el follaje y las flores , aflojaban se le sobre el pecho sus manos de acemita entre las cuales contradanzaba un vuelo de moscas . Tosía a ratos en la trasalcoba el dueño de casa y la madre de el fallecido salía de allí con mate para los huéspedes .
ENTITY , con el sombrero sobre los ojos , el guitarrero se le dormía a el encordado , mientras su compañero tamborileaba a compás en la caja de la vihuela . Las llamas de los candiles oscilaban a el revolotear de los pañuelos en los melindres de cuecas y mariquitas ; el aire polvoriento ribeteaba de colorado los ojos , y el zumbido mosquil rondaba más profundo en_torno_de el muerto . La danza se trocó en momento por canciones , para que una de las morochas atendiese las pailas donde hervía el arrope de la chicha funeral .
Afuera , la soledad se extendía hasta el horizonte extrañamente difuso en el vaho de horno de el sol . Reinaba una siniestra quietud , algo alarmante como la precedencia de un acecho . Aquella paralización implicaba aprensiones . Ni un trino en las nemorosas quebradas , ni un balido en las praderas ...
A la sombra de tres talas cuyas copas llovían frescura como anchas regaderas , las pailas hervían en sus hornallas de barro . El brebaje indígena daba punto y la muchacha era docta en ello . Desde dividir en dos porciones la harina de maíz cuya cuarta parte dispuesta en ázimas tortillas se masticaba , amasando la con las otras tres en el fondo de un cántaro y levigando todo en agua caliente ; hasta reducir a jarabe el poso para mezclar lo después con el líquido decantado y fermentar la composición . Y qué chicha ! Fuerte como fuego vivo , gorda , estrellada por lúnulas de oro en la sazón que azucaraba sus heces .
Recogida la saya entre las rodillas a_el_paso_que se atajaba el humo con la mano izquierda , removía la joven aquellos caldos cuya sonora digestión exhalaba acaramelado aroma . Atizó el fuego , y aproximando se a un cacharro donde avinagraban restos de fruta , volcó el líquido en el perol para aflojar le el verdín . A el inspeccionar una paila vacía , espejo se en ella la moza , sonriendo vagamente a su deformada efigie ; mas como advirtiera entonces el silencio anormal , miró a el horizonte inquieta , como interrogando . Una calina sospechosa enturbiaba aquella serenidad . Dos gallinas picoteaban con inquieto desgano las zurrapas de la chicha en preparación . Cundía por el aire una especie de tristeza . Llegaban a ratos rumores de la reanudada tertulia , con el eco de alguna copla perdida :
Tiene mi paisanita , Un diente menos ; Por ese portillito Nos entendemos . Bajo el corredor un perro acezaba . Aquel silencio , aquella taciturnidad entre tanta luz , sobrecogían el ánimo . inquiría se sin motivos prodigiosos rumores ; y desde el cielo que cejijuntaba a_pesar_de su limpieza , el sol vertía una dejadez letal .
La joven no reparó mucho en aquellas singularidades . Atraída por la jarana y a_la_vez corrida por el bochorno , regresó a el rancho . polcaba se a_más_y_mejor . Relevados por sus compañeros , los músicos se desquitaban ahora . Bajo la ramada , la patrona atendía unos tamales en avanzada cocción . A todo esto , la tranquilidad de el aire se agravaba prometiendo una siesta espantosa cuando junto_con lo que alertó un tero en el bajo , ladró bruscamente el perro .
— Gente !
El modo de ladrar anunciaba los tropeles que el animal sentía . Los mozos desde el patio , con una mirada exploraron el contorno . Faldeando la loma vecina , un regimiento avanzaba sumergida su cabeza en el bosque . El caudillo gaucho apoyando se en las jambas de la puerta , olfateó el peligro ; calculó sus probabilidades , y a una señal que dio , los seis montoneros se deslizaron entre los árboles .
Seguro ya de aquellos hombres que economizaba , entró . Las mujeres jesuseaban junto_a la mesa en consternado grupo ; mas , omitiendo las en su premura , el jefe se preparaba rápidamente . A manotones recogió los frenos ; dirigiendo se a una alacena y arrancando su cortina , sacó de ella un trabuco que cebó a el instante . Luego , en tres saltos , ganó a su vez la espesura .
Los otros aguardaban allá . mantendrían se en ese punto para no desamparar a las mujeres . El enemigo no ofendería , quizá , retirando se así que se proveyera .
Sentían sus tropeles y voces en indistinto rumor , a el mismo tiempo que notaban la aplastadora asfixia de la atmósfera , esa serenidad que en lo inmóvil recelaba lo inquieto . Ni los lagartos aprovechaban aquel calor . Por las serranías no se cuajaba una niebla . En tremulaciones de llama mecía se el ambiente ; de loza caldeada parecía el cielo , y los limpiones de el piso reverberaban como rescoldo .
Uno de los hombres escaló entre tanto el guayacán que los cubría , atisbó disimulado por su propia atalaya . De abajo , los otros seguían sus movimientos . Su mano señaló , arrumbando se a la ranchería con desesperado ademán , mientras surgía tras los árboles un borbotón de humo . La casa ardía , y el centinela , descolgando se de_rama_en_rama , puso los pies en tierra . A bocanadas de coraje y desesperación , dijo de esas cosas descosidas que entiende el peligro .
ENTITY ... Los canallas ... Las mujeres ...
Entonces la rabia les reventó en los sesos . alzaron se furibundos y a_través_de los árboles se lanzaron . El bosque pasó sobre sus cabezas como un sueño . En dos suspiros salieron sobre el patio lleno de hombres y de caballos que el humo envolvía con su membrana pardusca .
Junto_a las hornallas , una feroz patulea revolvía se en_torno_de las mujeres , sin duda , pues bajo el montón de piernas columbraba se trozos de bayeta y de fustán . Y promiscuando en ese botín de placer , mientras los unos violaban a su guisa , baldeaban otros el pozo vecino , precipitando se sobre el cubo con borborigmos bestiales . Habían saqueado esa mañana una bodega , y borrachos de vino , tanto como el sol , mancillaban hasta el asco aquella ración de carne rebelde .
Su salacidad piafante cubría el rumor de el incendio . acoplaban se a pleno sol , con los raigones de el tálamo , hambrientos de mujer , abandonando sus cabalgaduras y empabellonando sus carabinas a el azar , entre un berrenchín que brutalizaba más el espectáculo .
A el estruendo de el trabucazo que estalló sobre ellos , desembocaron los insurgentes blandiendo sus facones . Una pelotera de cuerpos se anudó con furia ciega revolcando se por el suelo . Los asaltantes bandearon el grupo , multiplicando puñaladas bajo el revoleo de sus ponchos , echando en resuellos el ímpetu de su envión , enguantando se de sangre hasta los codos . Agigantados por la desesperación , corneaban profundamente a la soldadesca , sembrando el suelo de greñas ensangrentadas . Unidos como una traílla hacían presa por todas partes . Mientras la culata de el trabuco molía cráneos , las dagas abrían brecha ; y en el ímpetu de el primer choque , la tropa , verdaderamente carneada , retrocedió .
Mas el contraataque sobrevino , apenas los asaltantes se aislaron en el círculo de sus facones . La banda goda refluyó sobre ellos en una erupción de tiros y bayonetazos . Brilló por un instante el trabuco sobre las cabezas , a el extremo de un brazo rojo que martillaba ...
Entre las filas españolas ondeó un penacho de jefe , la cerviz de un caballo se destacó entera , gritaron los de atrás algo como alarmas , y en ese instante , con mugido de subterráneo huracán , bramó la tierra . El suelo falló bajo los pies como peldaño errado de una escalera . Un ansia de mareo basqueó los estómagos , estropajo las piernas , rodó dentro los cráneos sonoros perdigones . El temblor ! El temblor ! clamaban desuniendo se con el horror de un crimen los combatientes ; y la sombra roja de el humo que los envolvía , daba una lobreguez infernal a la escena .
Sucedía a el primer terremoto un tremor amenazante ; la tierra tiritaba como el brazuelo de un caballo , y en sus honduras continuaban los rumores : una ebullición de grandiosos ecos repercutidos por cavernas .
Repentinamente cambiado , el paisaje ya no era el mismo . Una ofuscación polvorienta sofocaba el aire ; los caballos se desbandaban con azoramiento furioso . Cruzaban el guardapatio grietas profundas y una tripa de arrope se metía por entre dos cadáveres .
De el rancho sólo quedaban penachos de varillas sobre un escorial humeante . Un horcón subsistía abrasado , y de su corteza , las llamas en súbitos volidos , escapaban como pájaros rojos . Entre la humareda , el féretro se destacaba salvo con sus toronjiles y sus claveles postizos .
Los combatientes asendereados por el remezón , medían se como fieras atemorizadas , presintiendo un castigo en esa intervención de la catástrofe . Y de entre ellos , una mujer espantosa , la madre , se levantó también .
Desgarradas las ropas , a el aire los pechos estrujados en la pugna atroz contra esa lujuria de batallones , los ojos nadando en sangre , sacudía la un tropel de sollozos mudos perceptibles tan sólo en el temblor de su mandíbula .
Avanzó hacia el incendio , posando sobre las ascuas , sin sentir lo , sus desnudos pies ; y como los soldados intervinieran , renovo se la lucha . Ahora combatían las mujeres , con las manos de sus morteros y las armas de los caídos . El trabuco se abocó , mortífero , vomitó su espantable carga , y en la convulsión de un segundo terremoto , la muerte rodó otra vez bajo los árboles . A tumbos sobre la conmovida tierra pirueteaban los cuerpos . Bañados por la melcocha ardiente que las violadas les arrojaron a el rostro , tundidos a tizonazos , mordidos , los chapetones talionaban a su vez , mientras a_el_rededor torcían se los árboles y los cerros galopaban por el horizonte .
La segunda refriega , menos viva aunque más encarnizada , concluyó con ese remezón . Los insurgentes habían caído todos . Cuatro de las mujeres yacían abiertas a tajos , con los dedos crispados entre mechas feroces , pasmadas las bocas por el ansia de morder . La otra , la madre , se alejaba seguida por su perro , con el niño a cuestas , medio quemada . Cuando los demás morían , ella penetró por los escombros arrebatando el cadáver . Su cabellera desvaneciendo se en una llama , como un encaje , y ahora , surgida de la quemazón , flagelada por sus propios andrajos , personificaba el desastre .
Sin volver su cabeza que las llamas pelaron , caminaba entre los horrores de el cielo y de la tierra , destruida ella también por el interno derrumbe . Sobre su cadera cimbraron los pies de el difunto , marchitos ya ; los pobres pequeños pies que el perro lamía a ratos .
Entre los árboles y los pedrones descuajados , aquella figura cohibía a los hombres . Los escombros , los cadáveres con sus entrañas abiertas que el enemigo broceara a el doble escarnio de sus bayonetas y de su lascivia , encomendaban le desquites . Huía hacia las rebeliones de la selva familiar , con su hijo muerto , y su desnudez trágica poseída por el hombre extranjero , entre las montañas que temblaban con su dolor . Llevaba consigo la muerte como un emblema y la catástrofe le clisaba el corazón con un juramento de odio . Semejaba una bandera en el tiritamiento de sus harapos . Sus entrañas partidas como las de la comarca natal , escondían también volcanes . Desarraigados todos sus vínculos por la fatalidad y el crimen , era la gran solitaria que durante las noches peregrinaría llorando por la selva su pesar , hasta fundir el alma en llanto , y ya sin alma metamorfosear se en tal_cual pájaro de leyenda , conservando sólo el ay de su congoja en las travesías desamparadas ; o suscitando en fogones y campamentos con la gemebunda continuidad de su leyenda , furores trocados en heroísmos , propósitos inspiradores de hazañas — llorosa su vigilancia , lloroso su sueño , hasta que la vida le fuera por el hilo de sus lágrimas .
Oprimía sobre su pecho aquel pedazo de carne suya , negando lo a la tierra cautiva , con tal desesperación , que algo de cadáver embebía sus huesos .
El sol bañaba implacable las serranías empolvadas por el temblor . En el silencio sobreviniente , gañían los perros . Y la transeúnte de las catástrofes rodaba entre los restos de la convulsión , espectro agobiado por su carga de muerte , mientras un clarín alzaba su alarido de bestia feroz sobre las ruinas .
La calurosa noche transpiraba humedades de tormenta . Sólo se veía sombra y no se divisaba cielo . adivinaban se en las tinieblas , árboles , montes , como otros tantos seres de temerosa inmediación . Alguna luciérnaga parpadeaba a_lo_lejos . Callado el aire , enmudecían también las hojas .
Previendo un chubasco , la servidumbre pernoctaba en los galpones famularios de la finca . Únicamente en el corredor susurraban dos voces de_cuando_en_cuando , pues los interlocutores a el parecer más pensaban que discurrían .
ENTITY a ellos columbraba se el caballete de las monturas , y sobre el poyo un brasero apagado . Palpitaban fuertes los pechos de las personas , que eran hombre y mujer .
— ... Siempre ? rogó uno .
Y a_el_cabo_de un tiempo no breve :
— Siempre ! ... suspiró la otra .
Y continuó el silencio .
ENTITY antes , la montonera local capturó en un páramo vecino quince rezagados , que avivaban con las cajas de sus fusiles y los bastos de sus monturas un mezquino fogón . De el degüello general salvaron solamente dos oficiales , pues a éstos los preservaban para canjear los como rehenes . Uno sucumbió en el camino ; el otro llegó muy enfermo a la finca donde se acuartelaban sus vencedores .
Pertenecía ella a una joven viuda cuyo prestigio totalizaba en adoración verdadera los afectos de el lugar ; pues como madre y señora de todos era ; y así , de madre y señora , le decían sus mucamas .
Descubría a los asuntos mal avenidos el arrequive de cada cual ; providenciaba noviazgos ; ayudaba a bien morir y adoctrinaba a los huérfanos . Más que andar , se deslizaba semejante a una nube . Esclarecía su beldad una cabellera zaina de oro . ENTITY . Sus veintinueve años eran como un ramo de flores . Tenía las manos de pálida finura , transparentando sus puños venitas violetas ; la frente apacible como el agua , negligente la sonrisa y azuleando en sus ojos la ternura de una tarde primaveral .
Una de las primeras que sacaron la cara el Año_Diez , lo abonaba desde que enviudó , con más ahínco todavía . El marido , enfermo , no concurrió a la guerra sino con su fortuna ; y a su muerte , ella , ejecutando sus mandas , equipó una partida .
Reconociendo su fidelidad de albacea , tachaba se de infeliz su matrimonio . Cierto día un hombre había la pedido ; ponderando lo de rico ; apenas lo conocía y se desposó por obediencia . Sacó de sus nupcias incompletas una medrosa avidez de amar con la que se complicaban exquisitos dolores . Empero , su talante recataba la lucha con benévola dignidad . Su emoción no era ciega llama ni raudal preso ; antes flor en capullo , a espera de céfiros amigos , como la de el tarco familiar que , con la primer temperie , apunta en la desvestida rama .
El temperamento se imponía , no_obstante , en la bravura zafírea de el ojo cuando revivía la estirpe solariegos orgullos ; en el mirar ceráuneo si la cólera refulgía ; en los labios vivísimos . Su ternura latente se trocó en lástima de el realista vencido . horrorizaron la a el principio las parihuelas de troncos , el sibilante anhélito de el herido , un rostro traspillado por la fiebre . Después se impuso la caridad .
Dejaría el pobre sus hijos , un padre valetudinario tal_vez , en la lejana ENTITY . La guerra lo embastecía sin disimular su vigor pregonado por su fértil vello ; y los soles que lo atezaron en la campaña no habían marchitado enteramente su cálida palidez . Deliraba con luchas y correrías , no recordaba a el viejo ni a los niños . Claro ! Militar cuadrado , su alma de hierro no albergaba una memoria para aquellos seres .
Una noche habló por fin de su pueblo , de ENTITY , en una charla incoherente que mezclaba nombres de regimientos realistas a proezas de caballos . Entonces ya no le perdonó la señora . Además_de enemigo , resultaba traidor — cierto ! — traidor , esclavo de el godo . Para qué servía ya ? ...
ENTITY pesar de la antipatía , más se empeñaba por él en una especie de clemencia desdeñosa . A su cabecera se lo pasaba , con una apatía invencible que sólo sacudía para propinar las prescriptas pócimas : cortezas febrífugas o vulnerarias mixturas que la médica elijaba en secreto . Aborrecía a esa comadre . Su nariz oleosa , las hileras de porotos partidos que subcercaban sus órbitas , su cutis percalizado por la vejez , su truhanería siniestra a la que coadyuvaba cierta majestad científica , doblaban de terror la malquerencia . estremecía la el chancleteo de sus ojotas . A_el_decir_de las gentes , provocaba lluvias estaqueando panza arriba a el sol , sapos que flagelaba con ortigas . Y recelaba se por_igual sus comentarios y sus agüeros , pues a bachillera nadie le ganaba para divulgar los tiquis miquis de el vecindario . Así , la dama recobró su bienestar cuando , ya bueno el paciente , regresó aquella bruja a su rancho , rumbosamente pagada con una ternera de dos para tres .
Comenzaron , entonces , los eficaces ocios de la convalecencia , junto_a el catre de el oficial , en coloquios de una dulzura casi triste . Él , por_lo_común taciturno , poco hablaba . Una que otra frase de gratitud alimentaba las conversaciones ; pero ya los ojos se amistaban , así callasen las bocas . La mirada de el convaleciente impetraba misericordias , desvalía se en mansedumbres a_despecho_de la situación ambigua . La otra respondía con esquiveces e indulgencias , ambas aquerenciando se más y más en la afición ; pero frustraban la ellos , pues la simpatía naciente antojaba se les deslealtad . Él se sabía prisionero , ella responsable ante la patria ; y si uno lo encubría con altivez , la otra dimidiaba en la angustia su corazón , no acertando a preferir entre sus escrúpulos de patriota y aquella molitiva indolencia que la agobiaba como un mal .
En veces , en brusca conformidad , amañaban su destino . atribulaba los la fatalidad ; la pava con su dormilón murmullo adioseaba separaciones , y el aceptado sacrificio endurecía les el alma ...
Pero los campos verdes enmelaban más que nunca sus aromas . Tal_cual jilguero albriciaba idilios , y una como demisión infantil amansaba sus corazones . La patria , el rey , la guerra , convertían se en una afable divinidad que desde el ápice de sus eternidades los anegaba en su compasión inmensa ; y sus almas disolvían se en esa bondad como dos gotas de miel en una tisana .
La convalecencia seguía . Llegó la oportunidad de los paseos a el atardecer ; hasta el corral donde bullían los cabritos de la parición reciente . La primera vez ella había invitado como a el descuido , con volubilidad que enmascaraba inquietudes . Compareció el oficial en el patio , lleno de barbas , encabestrillado aún . Los peones soslayando torvas miradas , saludaron silenciosos ; los perros arrufaron , oliendo en el hombre aquel algo enemigo .
El oficial se demudó . Sin un gesto , tremantes los labios , cruzó a la par de la señora . Ella , con una mirada , contuvo la manifiesta ojeriza ; mas el paseo fracasó . Volvieron más apartados que a el salir , extremando él hasta la minuciosidad su cortesía .
Lo odiaban ... Bueno ! y qué ? Cosa más sencilla ! ... Pero él por su parte ... De no recobrar se a tiempo , espantaba a sablazos semejante ralea . Mas si la suerte le deparaba esa amargura , el rey merecía más . Esa misma noche definiría su posición , provocando un desenlace . Viva el rey ! y todo concluía con un degüello .
Pero , y ella ? Ella ? ... ¡ Se resarcía de sus pociones , de sus fundas con encajes , entregando lo imbele a los peones y a los perros ! Bien lo presumió cuando lo invitara a el paseo . Reía y reía . Gozaba de_antemano con su ira ante las cantaletas de la servidumbre ...
ENTITY más bien de dolor que de ira le escaldaron los ojos redoblando su cólera . Ya no se acriminaba tan sólo ; se despreciaba . Necio ! ¿ No se sorprendía paliando cobardemente la hipocresía de la pérfida ? Y su indignación rebufaba otra vez .
ENTITY ! Un oficial de el rey convertido en monigote de el gauchaje ! Pero esa misma noche , esa misma , acababa todo .
La señora se excusó de la cena aquella noche .
Semejante contratiempo exaltó su furia . Temía sus reproches , por eso se esquivaba . ¿ Mas qué de extraño en todo ello ? ... Y deseaba tanto ver la , no por ver la , no , sino por aplastar la con su altivez decidiendo su destino , que casi le manda recado a_pesar_de la afectada indisposición .
En fin , un sacrificio más por sus convicciones y su deber .
Por instantes la pena se exacerbaba de ironía . Prisionero ... Prisionero de una mujer ! Cuánta mengua ! ¿ No parecía un romance caballeresco — el paladín en_manos_de la fada su enemiga ? ... Prisionero y — qué vergüenza ! — a discreción de una mujer !
Con la noche , ya desfogados los ímpetus , invadieron lo las nostalgias de el terruño , de el ejército victorioso , sin duda , en ENTITY . Si lo recordarían siquiera sus camaradas de el ENTITY , ¡ sus jefes de el ENTITY ! Ellos por allá , entre aventuras y jolgorios , tan lejos_de el compañero herido en mala guerra y con la perspectiva de un degüello para final .
En esto de sus meditaciones , oyó a la distancia lastimeras súplicas , después convulsivos ululatos de perros , una insólita agitación en los galpones , nada después ...
Más se le enjorguinó el alma con eso . Ya no lo añusgaba el llanto , bien que le ardieran los párpados como por la tarde .
Pobres muchachos esos de la tropa ! Cuánto lo querían ! ... un toque de clarín a esa hora y en ese estado ! Lloraría , lo adivinaba . Y luego , ¡ qué desamparo el suyo ! Cómo necesitaba un caballito , un perro , cualquier cosa para querer !
incomodaba le el corazón batiendo le el pecho como una aldaba de bronce . A tufaradas atosigaba lo otra vez el sofocón de la injuria . Bah ! , por último , todo acababa a el otro día . Cuestión de tiempo .
El refrigerio de el alba consiguió aliviar lo un poco . A el volver de un sueño , con el sol alto ya , vio , mirando en torno , que la joven se desprendía de su cabecera . llevaba se el jarro que agotó él durante el desvelo , lindísima con sus papillotas a_el_desgaire y su deshabillé de luto . Atravesó la pieza con su andar flotante , y sin volver se desapareció .
¡ Cuántas veces , a el curso de la enfermedad , había la visto así , enternecido hasta las heces ! ¡ Cuántas había encarnado en ella a la hermana que imploraría de el destino ! Y así mismo , sin discrepar un punto : rubia , delgada , tristecita para mejor cobijar la en su devoción : — como ella en todo .
¿ No cometía una indignidad sospechando la de hipocresía ? Cómo no lo advirtió el día antes , cuando injuriaba de soez a el mismo ángel enfermero que quién sabe por qué favor merecía ?
Una humedad lenitiva como un colirio le enturbió los ojos ; y ante el buen consejo de la mañana , estimó que apenas la desagraviaría haciendo se matar por ella .
A la tarde , repitio se el paseo , en una bien visible ausencia de peones que agradeció con toda su alma como un precioso don . Cuestionaron la guerra y el país , él proponiendo , ella objetando en charla cordial , casi disputando como dos amigos , cuando de un bosquecillo salió un hombre con el caballo de la rienda .
disculpaba se aduciendo excusas en una fosca turbación . Su saludo de la víspera había recalcitrado porque él veía un enemigo en el oficial . ¡ No lo despidiese la señora ! Era tan de adentro en la estancia , que aquello equivalía a decretar le la orfandad . Allá se crió , allá quería morir . A su parecer bastaba con los azotes .
Esto inquietó vagamente a el realista . Recordó los lamentos de la pasada noche , los gañidos , el movimiento insólito y casi temblando preguntó . Un destello de cólera airó los ojos de la dama . Sí , por su orden se había castigado a aquel badulaque , se había ahorcado a la perra , y de ahí los ruidos . En_cuanto_a ése , que se fuera . ENTITY y partidas abundaban para conchabar se . En las suyas no cabían bellacos .
Caminó el hombre un poco , después_de haber saludado , y a tiempo que el otro intervenía , se volvió de golpe :
— Bueno , se alzaría entonces como un matrero . Vendría de noche , a ver la estancia solamente , y con que no le echasen los perros se contentaba . ¡ Que le diera su bendición la patrona ... y a correr su destino como le ayudara ENTITY !
El oficial intercedió entonces , accediendo aquélla . Agradeció el paisano con un balbuceo , guardó el doblón con que lo gratificó el huésped y se marchó .
Durante la noche entera pensó este último en la patria . Qué parangón cabía entre ese rasgo y su lealtad ? La patria ! ... No residía en ella algo de la joven ? Y él , a su vez , no pertenecía a el mismo suelo americano después_de todo ? Su punto de honor no era sino timidez . La deserción clareaba más y más el ejército realista , pues los soldados criollos se pasaban a docenas . Por qué había de ser un menosprecio ? Valía más , entonces , combatir contra su propia tierra ? En el fondo , realista o patriota , se moría lo mismo .
Algunos días más tarde , la señora , en uno de los paseos cotidianos , se insinuó con más viveza sobre el desamor que atribuía a el militar para con sus deudos . ¿ Tanto lo absorbía la guerra , que padre , hijos , todo lo había de sacrificar ? No se lo reprochaba , pero lo sentía ...
El militar se asombró risueñamente . Reproches ? ... Aun merecidos , nada valieran para con lo que le debía . Pero supuso mal . Por huérfano metio se soldado casi desde_niño , y en_cuanto_a matrimonio , fuera_de la espada ...
Caminaban lentamente por un callejón de cercos entretejidos de enredaderas . El ocaso proyectaba sobre la inmensidad flabeliformes haces rosas . Algunos balidos cruzaban el ámbito . En las chozas encendían fogatas claras .
La joven seguía con más pausa aún , y dominada por el estupor que comportaba su regocijo . mullía se la tierra bajo sus pies . El alma se le guarecía muy adentro con una especie de pavor . sentía se desamparada en_medio_de una gran luz . Así , tal_vez , sería la muerte ...
El oficial meditaba también . En ese momento , la pugna de su lealtad con su amor , se decidía . ¡ Con ella , sí , con ella hasta la muerte ! La gloria , la carrera truncada , la posible tacha de defección ? ... Qué importaba ! solo en el mundo , sin un cariño , no cifró en ella durante las malas horas toda la excelencia de su querer ?
La ceja de la naciente noche subía . ENTITY vientecillo los abanicaba como lánguido tafetán . Un atajacaminos se levantó casi de sus pies , voló abajito un instante , se ocultó más allá , surgió de nuevo . Con notable atención seguían sus cabriolas casi interesados en que loqueara sin parar se para retardar la ya inevitable decisión .
El militar , poco_a_poco , se angustiaba con la sensación de una inmensa vaciedad . Ella por su parte , acongojaba se en el pasmo de una abismadora claudicación ; mientras por el aire , difluyendo con zurdas gambetas su flaccidez de hilacha , el ave , a flor de tierra , cual una almita negruzca , atenuaba un vago aleteo de pluma floja cuyo vuelo eludía la fuga con furtiva guiñada , calladamente , como atufado en felpa . El oficial habló por fin , y esa noche , desde el corredor oscuro , eligieron la estrella de su suerte común en el cielo de la patria .
— ... siempre ! respondió la señora .
Para la eterna súplica , la constante promesa de eternidad . abría se la noche sobre sus cabezas a_modo_de una profunda flor . Por el cénit , las estrellas de ENTITY se destacaban entre todas como un señuelo de siete ovejitas blancas . La contemplación adormecía sus tiempos . La prodigiosa vida de los astros insinuaba en sus pechos un indeciso afán . Alguna frase venía en_recuerdo_de el pasado , pues el porvenir se desvanecía en el optimismo de sus mirajes . Refería ella sus ensueños ; él su animosidad , sus torturas cuando creyó en la befa aquel día ; y cómo se le entró por el pecho el cariño semejante a el arrullo de una tórtola invisible . Bebían el estío en las auras con una suerte de embriaguez que embarnecía visiblemente a el oficial . Ella , con un tuco anudado en su pañuelo , se daba la luz de el insecto relumbrante , que envolvía en romántico misterio sus manos meditativas , su faz cavada de sombras bajo la vislumbre , sus ojos , su cabellera y la flor de el aire con que se la bien armaba . Y a los decires de el amado apaciguaba la inefable misticismo , como si le cayera derecho sobre el corazón un rayo de luna ...
Por ruego de aquél punteaba en ocasiones para alguna endecha antigua o espinela amorosa las cuerdas de la guitarra . Ah galardones de la dicha expresa en versos campesinos ! Ah tristes ingenuos que resucitaban infortunios , porque el amor , como el vino , revive las penas ! Ah quejas de el corazón que ya no podía más de tanto fruir en su deleite :
De aquel cerro verde Quisiera tener ; ENTITY Para no querer ... El día se agrisaba ligeramente . A ratos , desde las fisuras que el sol abría en las nubes , una evasión de claridad refundía en deleble amarillez lejanos verdores . Por quebradas y vertederos el gauchaje confluía en grupos a la estancia , loando a la patrona y por_anticipado a la revista tanto como a el festín que celebrarían su boda . Echaban el resto ese día en tientos y chapeados . Así , no más , no se asistía a suceso de tal calibre !
Y empezaban los comentarios :
Por eso , desde que convaleció el herido , la señora se enrulaba el pelo sobre la frente . Seña mortal !
Qué ojo el de el godazo ! Godo ? ... no ; americano , de ENTITY . Y la patrona se acordaría de el refrán :
Ah ENTITY , Quien no te conoce no te estima . ¡ Caramba con la patrona , qué conquista ! ¡ Un jefe nada menos para los hijos de el país ! ENTITY , y jinete que no parecía peruano ! Con su labia y sus quereres trastabillaba cualquier corazón . Y eso que la patrona no se la daba por un real menos .
Ahora , qué crías de mi flor las que irían a sacar ! Si no nacían obispitos o coroneles ... Porque machitos serían , a_buen_seguro , dado_que en el tiempo de guerra multiplican los varones .
En la finca , a_el_paso_que funcionaban los osladores , íbase machacando en confección de potajes las alcamonías cuyo buen olor anticipaba suculencias . Otros mosqueteros acudían . Un viejo que siempre montaba en macho , con la mayor de sus hijas , doncella esquilimosa a quien achacaban un hijo de el cura , y que no_obstante sus dengues , ingería a_guisa_de desayuno , unos tras otros , tamales insolados de ají . Un antiguo pretendiente de la viuda , mocetón lauto a el cual magnificaban unas espuelas de cincuenta_y_cinco_onzas . Contaban que una vez , como lo hiriesen cuando se disponía para una cueca , ordenó " firme la niña " y se la bailó entera escupiendo sangre por la puñalada . Ya casó ; mas pleitaba con su suegro que le hacía robar hacienda , y a quien , en castigo , unció con un toro , malmatando lo en la prueba . Una solterona ricacha , que dormía en marquesa y eruptaba a_cada_paso , porque , afectada de mola , se le subía la madre continuamente ; y dos señoronas más , cuyo fausto inaudito se ostentaba en una vajilla de loza , pero que de cicateras mateaban con granzas y ordeñaban personalmente su rodeo ...
A_eso_de las diez , la partida montó , disponiendo se en semicírculo sobre la playa frontera . Tremolaban en los chuzos banderolas nuevas . Algunos caballos lucían testeras rojas ; otros coleras trenzadas con follaje . Apareció el oficial , de paisano , en un malacara pisador que estornudaba generosas furias . Su silla era de entrapada , así_como el mandil guarnecido de oro . Por insignias llevaba un galón en el sombrero y la espada a el cinto . En el tupé de su caballo se encrespaba una piocha de cintas blancas y azules .
Junto_a él , en un blanco crinudo — ¡ la patrona ! Un murmullo se levantó de la concurrencia . Los montoneros se codeaban .
De " color bandera " vestía . ENTITY la falda y blanco el corpiño ; celeste el polí que formaba su tocado ; celeste el cordón de seda de las bridas , celeste la fusta y celestes las crines de su corcel . Una pompa realmente solar la alhajaba , fulgurando en centellas sus dedos excesivamente anillados de brillantes , sus pendientes que goteaban fuego , su collar de perlas que la descotaba en blancuras casi lunares , su tahalí de pedrería , el tisú argentino de su bata y las lentejuelas de oro que recamaban su brial . Y sobre aquel serpenteante relámpago que era su cuerpo , las cocas rubias de la cabellera la aureolaban escapando se de el polí como las carrilleras de una gálea imperial . Florecía el regocijo en sus mejillas . ENTITY se cimbreaba en los lomos de el animal , que con la vibración de su brío la estremecía como a una flor de el agua la corriente .
Piafaban ardorosos los caballos de la montonera . A el enfrentar la , la pareja con un breve impulso arrancó a el galope . Hasta la punta fueron , sentaron allá los caballos que escarceaban pidiendo riendas — volvieron . ahuecó se en el giro la pollera de la amazona , descubriendo entre randas una botina de tabinete azul . Otra rayada , y afirmando se en los estribos , la espada en alto , el jefe arengó .
Fue como si en una reculada la serranía se abriera sobre una mar de luz .
Soldados : A el campo de el honor nos convida nuestra adorada patria . Allí nos exhorta , o por la deseada y tranquila paz , o para preferir la muerte antes que caer bajo el ominoso yugo de la esclavitud .
Subyugaba aquella voz de combate rebotando en los cerros : la voz de el jefe que aconsejaba lealtad . ENTITY en su acero fugaces lampos . A cada acción , su caballo alfaba .
Amados compatriotas : Si la libertad de nuestra patria ha ocupado siempre en vuestros ánimos el lugar preferente a cualquier sacrificio ; si la celosa atención a sus progresos os ha hecho olvidar de vosotros mismos , se os vienen ya a las manos los preciosos momentos de calificar a la faz de el mundo , que vuestros heroicos esfuerzos saben realizar los sagrados anhelos que os empeñan .
Aclamaba a la libertad con una verba combustible como la pólvora y numerosa como un redoble de tambor . Y después , volviendo se para la señora , le expresó la fidelidad de esos valientes que a su amparo luchaban , comprometiole los laureles , prometiole la victoria en arras sublimes . Ella la simbolizaría en los combates , con su nombre en los labios morirían , y para demostrar se lo mejor , a ella en persona la jurarían por bandera .
Desmontaron junto_con la partida , y el jefe cruzó su espada sobre el pecho de la patrona .
Uno a uno , los montoneros depositaban sobre la hoja el solemne beso que en una brumita pasajera se desvanecía . Y a_través_de el acero , la bandera viviente sentía en sus entrañas el magnetismo de esos espíritus , como una concepción . La misma castidad de aquellos ósculos que implicaban un compromiso de muerte , añadía a la ceremonia algo de terrible . Ya herida por el amor , tantas emociones la vencían . A cada beso un alma oscura entraba como soplo de huracán en su ser desfalleciente . De sus ojos , sin una palpitación , sin un suspiro , se deshilaba el llanto . Por instantes revertía le de adentro un borbollón de orgullo . La proximidad de el amante circundaba la de fortaleza . Pero otras almas venían a juramentar se en ella , otras , otras , y el endeble ser rebosaba de nuevo en llanto .
El silencio que la escena producía , solemnizaba se ganando con su emoción a el oficial . Por la cinta de acero corrían de corazón a corazón efluvios en que la esencia de dos vidas se sublimaba . Y los besos seguían cayendo en el seno de la amante como gotas de perfume amargo . Vida tras vida , todas se le consagraban en ellos . En nombre de la patria , cuya grandeza resumía , aceptaba esa oblación de existencias . Los labios vibraban de unción y respiraban entusiasmo . santificaban la esas bravuras que de ofrenda le imponían en el pecho sus devotos . El cielo con sus nubes , la tierra con sus montes , componían el altar de su triunfo . El alma de tal tierra , la luz de semejante cielo , la abnegación de aquellos combatientes , substanciarían el ser que procreado en calipedia heroica , iba a encarnar en el suyo su prez como garante de prosapias ilustres .
Frisaban la seda de el corpiño los foscos bigotes . Los corazones desbordaban como vasos rebosantes en inseguras manos , y el ¡ viva la ENTITY ! en que se vertieron , participó de el rugido y de el sollozo , cuando el jefe , con brusco ademán , blandió la hoja empañada de alientos .
El payador de la comarca partía se a la guerra con dos amigos .
Traían mucho camino por la sierra , con bastante gazuza , y como el enemigo ocupaba todos los pasos , corrían se a su flanco de trasnochada afinando sus sigilos . aproximaban se a la finca de su último patrón , hombre de avería en otros tiempos , firme patriota cuya frente aguantaba sin pesadumbre ochenta años más frescos que la espuma de las cascadas .
Si por probo lo querían , lo respetaban por veraz . Sus chacras y sus talegas enorgullecían a la región . Ahora escaseaban le a el hombre las peonadas , pues él mismo emancipó a sus esclavos para que montonearan , bien sabido era , costando le más de cuatro_mil_pesos aquella manumisión .
Así , no iban por conchabo , sino a agenciar se de cabalgaduras y de vituallas para la tentativa ; pues según mentaban los expertos , en la guerra superabundaban para el hijo de el país , godos y vacas ajenas .
El viejo aquel apreciaba mucho a el cantor , admirando le dos cosas sobre todo : la poesía y el coraje . Daba con gusto una vaquillona de pella por una copla , y una plaza de capataz a el tercio por un revés de fantasía . ENTITY , había renunciado a el de que ennoblecía su apellido , y acababa de arruinar , hospedando tropas , un ingenio que constituía su principal haber .
Aunque algo majadero por la edad , su alegría emparejaba con su fortaleza . Conservaba todos los dientes ; no hacía talón con la lengua cuando se afeitaba . Por espacio de veinte_mil noches había leído con incansable entusiasmo un solo libro : la ENTITY y de los Doce ENTITY .
Sentado en su sillón de vaqueta , recogiendo se sobre las rodillas el balandrán de paño , sobresaliendo le las orejas de las botas que tragaban su calzón de prunela , sujeto a la nuca para no mortificar la sotabarba el sereno , con el rapé y las despabiladeras a el alcance — hundía entre las páginas su nariz de nobiliario fuste , que la falta de bigote aun realzaba , y durante una hora rugían los añafiles ; ENTITY hendía yelmos y cabezas hasta los dientes ; ENTITY restañaba las heridas de ENTITY ; ENTITY trucidaba cabezas de paganos y la giganta ENTITY alardeaba sobre la puente de ENTITY . Después , cuando la felonía de ENTITY ocasionaba aquel pasaje en que ENTITY , agonizando , invoca a ENTITY : " ¡ Oh espada de gran valor , la mejor que nunca fue forjada ! " — invadía a el anciano un sordo coraje ; sus pestañas de algodón se humedecían , y con ojos que esmerilaba el llanto inquiría nuevas de el ausente emperador .
Alguien le calificó una vez sus bélicos monigotes de fábulas y pasatiempos . Fue una de las raras ocasiones que lo vieron disgustar se seriamente . retrepo se en el sillón , vibrando le empalidecida la punta de la nariz , titilando enérgicamente los hollejos de sus párpados .
ENTITY el almirante ENTITY ? ... El gigante ENTITY ? ... ENTITY , no ? Se figuraban que ni el más sabio de los hombres era sujeto de llenar con falsedades un libro de ese tamaño ?
Enojado , astillaba con sus uñas el carey de la tabaquera ; y en sus labios , que las canas , con menudo brote , exasperaban como hojas de melonar , escocía el reniego favorito :
— ¡ Voto a ENTITY !
Dormían de tiempo atrás en la finca , pues ya mediaba la noche . En el cercano chiquero , las ovejas revolvían se a ratos con sordo trajín sobre el colchón de boñigas ; unas desveladas por el celo , las otras adormecidas en una beata plenitud de rumia . Como un caserón recién enlucido , el ámbito de la noche estaba lleno de luna y de silencio . La gente reposaba en el patio sobre catres y monturas . Algún perro , circulando silenciosamente alrededor_de los dormidos , olfateaba una cabecera junto_a la cual se enroscaba luego . Abiertas de par en par , las puertas ahoyaban con sus vanos la sombra . Bajo la ramada , y junto_a el horno , vaporizaba entre exhaustos tizones la olla jabonera , saponificando con dejo alcalino sus chicharrones . Por la techumbre escurría se una comadreja en merodeo , con la suavidad de una tira de faya .
Mientras tanto , un ejército de nubes subía de el horizonte . La humedad condensaba se en motas por el cielo , donde la luna , hasta entonces quieta , marchaba ahora . Los caminantes llegaban en ese momento a el guardapatio . detuvieron se junto_a el pozo y deliberaron bajito . Los perros , a el reconocer los , saltaban a_el_rededor acezando y rabeando . Era una imprudencia despertar la gente a esa hora ; mas las montoneras organizadas a gran prisa , no aguardaban .
ocurrió se le entonces una idea a el payador . El patrón gustaba mucho de los versos ; él traía consigo su guitarra y en su repertorio unas décimas , las favoritas de aquél . Décimas patrióticas compuestas cuando las victorias de ENTITY y ENTITY para glosar una epístola de ENTITY hallada en los bagajes de ENTITY , y en la cual anunciaba éste el envío de un sable cuya vaina requería compostura . Despertarían a el anciano con un rasgueo de vihuela y el primer pie de la glosa , convirtiendo la en serenata de despedida .
Aprobaron el expediente , así sacarían caballos y bastimentos para el viaje . Entre sonrisas , bajo los alones de sus chambergos , idearon la conjuración . Desenvolvieron la guitarra que venía en un poncho , a resguardo de el sereno ; y acuclillando se , con dos tientos ágiles como suspiros , el mozo afinó en temple de el diablo para cantar su glosa . Crujieron las clavijas , murmuró una nota que se descolgó por la cuerda como una arañita , y un momento después el payador alcanzaba la cuja donde su patrón dormía con la nobiliaria nariz vuelta hacia el firmamento .
Un gallo cantó en ese momento la media noche , y por instinto los caminantes alzaron la vista para confirmar lo con la luna . Allá arriba libraba se en silencio un combate entre el astro y las nubes . Profundizaban éstas sus moles con la grandiosidad de una selva , virando deslizamientos sobre resbaloso cristal . La luna flotaba en un claro que por contraste con el inmediato candor parecía un remanso negro . Desmoronó a el pasar uno de aquellos rocallosos picos , descubriendo terrones de plata ; se sumergió en la abundancia brumosa , desvelo se a medias entre turbios vahos , se hundió de nuevo y por fin corrió hacia una infinitud de vago celeste , rodando por el borde de una nube como una perla de hielo sobre el bozo de un cisne . La escena modificaba se sin cesar . Las nubes , bajo la incidencia luminosa , pasaban de el gris torcaz a el blanco de magnesia . En ciertos bordes exaltaba se el esplendor hasta un matiz azul eléctrico , opalizando se en trémulas ternuras de cuajadas . A ratos la luna retraía se en una serena latitud ; mas a poco regolfaban desde el horizonte vedijas pardas , que aproximando se a ella cobreaban se levemente ; alcanzaban una traslucidez de alumbre y verdegueaban por último hasta pasar frente_a el astro , iluminando se de argentina escarcha las unas , otras conservando su opacidad entre espejos de lóbrego azogue .
Aludes sin eco rodaban por las planicies celestes ; copas de robles fantásticos se retorcían . Sobrepujaban a los promontorios sombrías eflorescencias de tapioca , casi instantáneamente ahogados en la expansión de grandes borrones cuya movilidad engendraba aquella orografía negra , aquel derrumbre de árboles prodigiosos y cargas de nieve que algún desnivel de los cielos amontonaba en el camino de la luna .
Luego , toda esa inmensidad declivó a el horizonte . Como bajeles desancorados , con lentitud majestuosa , las nubes partieron esmaltando se de plenilunio o proteizando sobre la marcha sus siluetas . En copos desflocados , en lanosas gibas , fracciono se su deleznable grandeza . La luna bogaba en su soledad magnífica por una confluencia de luminosos piélagos , vulnerando en parábola de quimérico proyectil aquella fantasmagoría que el horizonte enterraba como una fosa .
El cantor , siempre a_gatas , llegó por fin junto_a el lecho de el anciano ; enderezo se colocando su pie izquierdo junto_a el cabezal , y a_vuelta_de el ademán con que se empinó el chambergo sobre la nuca , el canto empezó :
Ahí te mando , primo el sable ; No va como yo quisiera : de ENTITY es la vaina Y de ENTITY la contera . Dulcemente , el dormido abrió los ojos , sonrió a la copla que aleteaba en_torno_de su cabeza , y permaneció cruzadas las manos , subrayada la nariz por una sonrisa . Las sombras de las nubes pasaban sobre su rostro como telarañas . En las habitaciones , tras las puertas entornadas ahora , parpadeaba un candil ; crujían enaguas , oía se trastornos de menaje , cuchicheos de las mujeres que se arreglaban preparando a_la_vez el mate , con cautelas premiosas . Mientras , el payador proseguía :
Cercado de desventuras Desdichas y desaciertos , No distingo sino muertos , No veo sino amarguras . Los hijos de estas llanuras Tienen valor admirable : ENTITY , grande y amable , A mí me ha juramentado , Y pues todo está acabado ahí te mando , primo , el sable . Ahora se veía bien la faz de el cantor — picada de peste , oblicuos los ojos , ralo el bigote de mestizo . Su camisa arremangada descubría los venudos brazos ; y el calzoncillo , muy corto , desnudaba desde la escamosa rodilla a el pie . Varias cicatrices bordaban aquel semblante . ENTITY de turbulentas payadas en que el vencido dejó por los suelos fama y tripas ; rúbricas de empresas célebres para birlar le la manceba a un corregidor , o distraer le los cuñados a una adúltera pintona , o sacar de el cepo algún cristiano que por ratería se descuartizaba en los maderos judiciales . Un costurón en la nariz fechaba su más picante aventura .
Como en la alcoba de las muchachas no había más puerta que la medianil con la de los mayores , gateaba por una de éstas aproximando se a el nido de su cortejo , en la oscuridad , tan caviloso de que lo apernara algún perro , que se llevó de narices un travesaño de la mesa . A el estropicio , la vieja se enderezó .
Momentos de angustia . Mas , sobreponiendo se valeroso , a el tiro concibió la salida . Con los dedos apeñuscados se rascó a golpecitos tangenciales sobre el temporal , y tras un breve silencio , la vieja , engañada gruñó fuera perro ! y se durmió . La guitarra reía anchurosamente la segunda décima :
Cada jefe , testimonio Dio de ser un adalid ; ENTITY más que el ENTITY , ENTITY como un demonio ; ENTITY por patrimonio Tiene la índole guerrera ; De ENTITY , a carrera Me libré , si no me mata ... Estoy ya de mala data ; No va como yo quisiera . Y qué pico de oro el condenado ! A el cura su tutor , le ayudaba a misa en latín y le descifraba los libros de letra chica . De esto se le pegaron como suyas las picardías de ENTITY , cuya historia leía asiduo . Sabía de memoria varias novenas ; y así , mascullando gozos y letanía , se aficionó a la parranda y a los versos , hasta que se desgració por una moza rompiendo le la guitarra en la frente_a el entenado de el alcalde , y abandonando la tutela parroquial para bribar en chacota perpetua . Excelente músico , no ignoraba uno de los cinco tonos para temple de vihuela . Por derecho para canciones , por falso para yaravíes , por el de el diablo para las gauchas ; y hasta los de tresillo y por música , difíciles entre todos . En los fogones contaba vidas de santos y remedaba a_la_perfección el lenguaje de los presentes . A guapo y galán nadie le competía , pues cabriolaba lo mismo un zapateado que un zafarrancho a puñal . En los velorios , seguro que se aparecía de botarga espantando gente ; o que desleía sen en las pavas , sobre todo cuando excedía en el trago ; pero era muy servidor , eso sí , aunque de bebida cargosa . Los préstamos y los convites lo tenían de la cuarta a el pértigo , mas , queriendo lo las muchachas , con chichisveos se resarcía . Nadie como él para argumentar le a una celosa o asediar a una ingrata .
ENTITY , ENTITY y ENTITY , ENTITY , ENTITY y ENTITY , ENTITY , en laureles rico , Y ENTITY , brotan fuego . ENTITY , de ira ciego , Su patriotismo no amaina ; Me han cebado una polaina Los tales oficialitos , Y ahora dicen los malditos : De ENTITY es la vaina . Las nubes , reteniendo su carrera , soldaban se en témpanos blanquecinos a_través_de los cuales amortajaba el paisaje , como leve ceniza , la vislumbre lunar . Una agravación de silencio coincidió con esa atonía gris . La cara de el viejo , inmóvil en su éxtasis , tomaba la misma lividez de el firmamento ; y en la serenidad de cien leguas que rodeaba el paraje , la glosa concluía petulando travesuras , a_el_compás_de el bordoneo que se desgranaba denso y mate como una gotera de agua hirviendo sobre un reseco piso :
Por fin ese regimiento Llamado número uno , Me ha dado duro escarmiento . Y es tanto mi sentimiento Que ya existir no quisiera , Pues la fama vocinglera Publicará hasta ENTITY . Que es de ENTITY la vaina Y de ENTITY la contera . Con el último verso , el anciano apartó sus colchas tendiendo una mano a el mozo . Pedía sus prendas : las botas ... el balandrán ... su sillón .
ENTITY de no dormir en la estancia . Mate y cigarrillos para los huéspedes ; y a el alba , caballos , que así marchaban con la fresca . ENTITY de su marca , eh ? ... la marca de parrilla , con sólo dos barrotes y un martillo .
ENTITY , ponderaban ellos tanta generosidad , agradeciendo la . Valdría cada uno dos , en esos caballos . Bien conocían la marca — una greca de seis líneas , las tres perpendiculares más largas que las transversales , y dos barrotes internos paralelos a ésas ; cada hijo de el patrón añadía uno ; y su nuera viuda , como ya no cabían más , pues sumaban ocho , había agregado otro martillo . Pero como famosa , la de el viejo , la primera . ¿ Parrilla con dos barrotes y un martillo ? ... Enfrenar a ojos cerrados ! Para qué se molestaba el patrón ! Podía auxiliar los con cualquier cosa , no más ...
— No , no ; ¡ qué le aspaventeaban tres mancarrones ! La patria merecía mucho más , pero cada uno daba según sus posibles . Bien que lo motejaban de tacaño los vecinos . Se equivocaban . Él sabía sus cosas . Gastaba el peso como medio cuando se debía , y de no , cicateaba el medio como peso .
Todavía se recordaba su boda entre la gente de edad . Hasta volatines había costeado de ENTITY . En la plaza de el pueblo , durante una semana , la gente bailó y comió hasta empachar se . Se cantó una misa a san ENTITY , con ceremonial de rango y procesión en la que dos bailarines , disfrazados de bueyes , deleitaron a la concurrencia . Tres hermanos suyos condujeron el guión como alféreces de la misa . tiro se manchancha de reales cuando terminó el casorio .
A la cabeza de el cortejo nupcial , enancados en un rosillo , cuyos escarceos contenía a_guisa_de gamarra una cadena de plata maciza , los novios partieron a el galope , mientras el acompañamiento prorrumpía en vítores agitando ponchos y pañolones , y desplumando gallos vivos en conjuro de la infidelidad ...
La novia recibió como presente de sus cuñados una esclavita , y el novio le compró un ENTITY a el mulato bastonero de los fandangos .
Ahora , viejo ya , recordaba con gusto esas glorias de los tiempos de antes y no le economizaba a un jolgorio . Así , cuando ENTITY lo llamara a cuentas y le preguntara : ENTITY , te regalaste ? Podría responder le : Sí , mi ENTITY , sí me regalé .
— Pero la gente con sus habladurías ! No más un hombre acomodado desamparaba a cualquier botarate , ya le negó una sed de agua a el pobre y no comió huevos por no tirar las cáscaras .
Los pasajeros asentían con vagos monosílabos que espoleaban aquella trasnochada elocuencia .
— A la guerra , no ? ... Bien hecho ! El varón precisaba aguerrir se , amadrinando se con el peligro . Ah , una llapa de mocedad para largar se lanza en_ristre por esas puntas , con tanto buen americano ! ENTITY ... Caballos ... Todo , hasta los zarcillos de su mujer donaría .
Y palmeando el sillón , como si lo obsedieran sus evocaciones catedrales , empalmó en el tema caballeresco . ¿ No osaron negar le como una ficción sus Doce ENTITY y su ENTITY ? Y no estaban hirviendo esos pagos de ENTITY y ENTITY ? ¡ Cabal ! cabal ! Bien lo había pensado una vez : Si este ENTITY parece criollo hasta por el apellido !
En aquel momento las nubes ralearon , y una cumbre repentinamente bañada de luna sonrió a_lo_lejos .
Iba a aviar los con vituallas , un amasijo que leudaba adentro , quesos cuya adelantada caseación perfumaba desde el zarzo . Por el momento , una copita de aguardiente añejo . Nada lo embebecía a él tanto como el valor . A el hombre valiente lo sufría hasta ladrón . Era la primer virtud . El arzobispo ENTITY , velay , cortaba cabezas de moro tan bien como ENTITY ...
Los montoneros , beborroteando su aguardiente , oían aquellos nombres un tanto sorprendidos ; mas , comprendiendo que se trataba de algunos coroneles antiguos , relaciones de el patrón , bajaban la cabeza respetuosamente .
El viejo , implicando cada vez más un aplauso en la aquiescencia , pues ni admitía duda sobre tan precipuas historias , proseguía , ya entrenado en la narración caballeresca , tajando escudos y desguarneciendo arneses .
ENTITY y silencio de los oyentes . A miles de leguas , mediando toda la anchura de el mar y todo un abismo de historia , ENTITY resucitaba en esa chifladura los legendarios desafíos . Quedaba todavía una credulidad para las descomunales pajarotas de la caballería andante ; y ella se comunicaba por instinto a aquel poeta insurgente , que paladeaba , junto_con el relato , una actitud de brava herrumbre en esos apelativos de paladines .
Sería ridículo , pero de ningún modo imposible . ¡ ENTITY los Doce ENTITY ! A él con ésas , y los patriotas venciendo en cada recodo a los vencedores de ENTITY . ¿ ENTITY los Doce ENTITY ? ... Gauchos y todo — ¡ aquí te quisiera ver , ENTITY !
Con el frescor matutino desvanecían se los vapores . La luna descendía acompañada por una estrella , y el alargamiento de las sombras imprimía algo de fúnebre a los objetos .
Preguntados por su arsenal , los forasteros enseñaron sus cuchillos . El viejo sonrió , fuese callado a_dentro , y volvió poco después con un regalo para el cantor , según dijo . Los hombres supusieron un pichel de guarapo , dadas la forma y dimensiones de el objeto ; pero se engañaban . Lo que había enfundado allí era un trabuco de bronce cuyo gatillo agriaba crujidos bajo el pulgar de su dueño . Y con el arma un chifle de pólvora . Para mixto servía el pedernal de el yesquero , y a falta de plomo se cargaba con piedras . No como esas tercerolas delicadas de paladar , que sólo aguantaban cartuchos .
Aquel naranjero veterano , con su carraspera de herrumbre en el gaño te y una bizma de pita en la culata , escupía a lo demonio cuando llegaba el caso . Poco esbelto era , sin duda ; pero ladraba la muerte como un cachorro de cañón . Temblaban entonces los caballos en diez cuadras a la redonda . Tres vidas de hombres cabían en el fulminante abanico de su disparo . Cuando joven , relumbraba en las trifulcas como una alhaja ; chasqueaba limpiamente su colmillo de hierro a el montar se sobre la cazoleta , y a el regar su pólvora sobre el peligro , parecía un florero de metal coronado por un tulipán de fuego .
ENTITY ahora , sus regüeldos terrificaban aún . Tenía nombre como un perro , se llamaba el ENTITY . No se trataba de un naranjero cualquiera ; éste no pateaba , y de celoso no sufría una pulga en el oído . Descargado , servía de cachiporra ; cebado , era como si llevase uno a la cintura el infierno en una píldora .
confiaba lo a el payador , pues no de vicio lo conocía por ladino y aseado de conciencia . Pero no se contentaba con esto , y deseando una despedida digna de su fineza , le regalaría también unos confites de los que solían gulusmear los Doce ENTITY .
Tosió una risita coja , frunciendo los párpados con la malicia de su traspensamiento ; una guiñada le corrió desde el labio a la ceja como un buscapiés , y entre la asombrada gratitud de el mozo , hasta la boca le colmó el sombrero de doblones .
Borneando se sobre su caballo cayó a la cancha el viejito .
Desde que los chapetones ocuparon a ENTITY , se encariñó con ellos . Vuelta a vuelta prodigaba consuelos a los descorazonados , recetas a los enfermos , un informe a el oficial de servicio y risueñas bellaquerías a todos . Cuando a el aproximar se el ejército los vencidos emigraron a ENTITY , él , un tanto por sus achaques y otro por afición a el rey , se quedó en su choza suburbana , arrumbado como un cachivache . Un día sí , otro no , se arromadizaba horriblemente , exagerando un poco , tal_vez , su caducidad ; pero insistiendo tanto en ello , que no resistían creer le . En_caso_de duda , descubría se silencioso ; y ante sus canas enmudecía toda objeción .
Montaba a caballo doliendo se con desafinados gargajeos . Y cómo no ! si hasta choznos contaba ya . En sus mocedades había hecho de platero , acreditando unos mates cuyos mangos remataban en cresta de perdiz . Cierto es que no le confiaban prendas sin peros y refunfuños , porque solía desplatar las ; y aunque las devolvía bien parejas , a los primeros frotes se les notaba ya la liga . Cosas de maldicientes , afirmaba él .
Inepto ya , industriaba en cucharillas de cuerno y escudillas , o apunchaba peines . Su respeto rayaba en timidez . Que los otros se amotinaran , prefiriendo los generales porteños a su ENTITY , se le daba a él un comino . A él no lo sacaban de sus casillas a dos tirones . Y aunque — para qué mentir — lo afectaba tanta devastación entre sus paisanos , ¡ bien se les empleara por metidos a empresarios de grandeza !
Tanto lindo mozo pudriendo se panza arriba por esos peñascales ! Tanto parejero deszocando se a el botón ! ENTITY siembra desperdiciada , y lo peor : tanto valiente comprometido en aquella lucha con perdularios hijos de mala madre ! ... De_modo_que le asistía razón para sus protestas y detracciones contra esos mocosos , emperrados con la patria como si algo les hubiese de dar . Y que les menearan sable de_lo_lindo . Ya_que no a las buenas , a las malas se les asentaría el juicio !
Estos propósitos demostraban su sensatez y lealtad , aunque en ocasiones lo asaltaban intermitencias de estupidez . A su polítropo palabreo sucedía el mutismo . La vena metafórica daba en seco . Mas estas viarazas concluían pronto , interpretando se entre sus camaradas por manía o mal humor . Su fisonomía , compuesta de una barba en escobillón que le pululaba los pómulos , una epidermis de cordobán y dos ojazos perrunos , nada decía en su tranquilidad astuta . Y sólo se le notaba la devoción realista desde que prevaricó por el rey .
Figuraba como sargento de los maturrangos un traidor a la montonera . Muy distinguido por sus jefes , gozaba también las predilecciones de el viejo , cuyo proceder análogo absolvía su infracción ; pero aquél conocía su nombre y su culpa , y desde el primer momento le cobró una tirria mortal . Él le adeudaba todos los sinsabores de que su espionaje — objeto de su permanencia en la ciudad — adolecía .
No sin costo habían lo inducido a aquella misión , pues codiciaba como los demás su parte en la presa goda ; pero su perspicacia y sus socaliñas señalaron le aquel otro destino . Entonces , por disciplina , se sometió .
preferían lo por exacto en el cumplimiento de las órdenes : pues a tanto llegaba su estrictez que la más mínima omisión exponía con él a serios equívocos . refería se un incidente a propósito :
A el estallar la guerra , merodeaba como cabo de una partida . Cierta vez el jefe partió , encargando le para el día siguiente la ejecución de un reo . Quedaron con él tres hombres , uno de los cuales , que era amigo de el condenado , abogaba en su favor . La fuga parecía imposible , pues el cabo vigilaba en persona ; las súplicas volvían se inútiles con aquel viejo que se incrustaba como en cal y canto en la consigna . Era necesario , entonces , sacar partida de aquella misma rectitud .
El soldado pidió conferenciar con su jefe a_solas , para consultar un asunto de conciencia .
— No bien amaneciera ajusticiarían a el prójimo ése ; era claro . Pero aquí empezaba la dificultad . El jefe había ordenado bien claramente fusilar lo , lo cual significaba ejecución a fusil . Y cómo lo iban a efectuar , si no tenían más que tercerolas ? ...
El cabo miró vagamente por sobre los árboles , estiró el labio inferior , rascando a el mismo tiempo su cigarro con el meñique . Su perplejidad fingida , tradújo se durante un rato en apagadizos pestañeos . ¿ A que lo fusilaba ahí mismo para que no fuesen camanduleros y se burlaran así ? ...
A el fin , simulando que se aclaraba , en un definitivo encogimiento de hombros :
— Tiene razón , dijo ; eso sería tercerolearlo .
Dos_horas después , un chasque ganaba momentos para solicitar de el jefe la interpretación ; y esa misma noche el prisionero fue indultado , ratificando se en semejante forma aquel verbo tan original .
A_favor_de su rigidez un poco tozuda , el hombre ocultaba sagaces amaños . Su duendesco sombrerote agregaba le algo de bonachón que en presencia de el tránsfuga crecía aún ; pues abominando de él , así lo amansaba . Los bigotazos que distinguían entre todas aquella faz , multiplicaban su encono . Y con qué prolijidad los acariciaba el maldito ! Y cómo los cuidaba ! Semejante puerilidad llegó a embargar lo de tal modo , que todas sus inquinas localizaron se a el fin en ese mostacho .
El ejército iba a marchar cuando volvieran los destacamentos que procuraban víveres ; su comisión concluía entonces , y aprovechando la ocasión quería despedir se de él con una broma memorable .
A_el_cabo_de laboriosas rumias , llegó a elaborar la su malignidad . Había descubierto un tahur en el felón y cultivaba hábilmente en él nostalgias de juego . ENTITY parejeros como luz , que corrían dos cuadras en un credo ; otros que en tiro de una legua se venían sobre el freno hasta la raya . ¿ No consentiría el jefe una carrerita de a cuatro_reales por despuntar el vicio ? Él , en su picazo , se animaba ; pues con dolencias y todo el solaz lo remozaría . Además , un picazo tan mancarrón , quizá ni galopara . Con cualquier mostrenco de el parque se lo igualaría .
Las condiciones ? ... Eso se arreglaba fácilmente . No incomodando lo en los remesones , quizá se desempeñara . De_lo_contrario , se divertían a sus expensas y esto le agradaba también . A el fin los viejos no servían para más , y adonde irá el buey que no are !
No había rastros de insurgente por los contornos ; mas , para no arriesgar se , podrían correr en la ENTITY , hacia el norte , es decir cuesta abajo como carrera de pollinos . Los parejeros no daban para más .
Metió parola de tal modo , que el tránsfuga se tentó . Candongueando mucho , arrancaron la licencia . El viejo , transfigurando se en la propaganda , entusiasmó a los soldados , aduló a los jefes con su facundia pintoresca .
Todo el mundo iba a jugar : y él , por su parte , si le ayudaba el apóstol ENTITY , patrón de las carreras ...
Con el traidor , sobre todo , derretía se de marrullero , mirando lo entre jocosas jactancias . Le ganaría cortando a luz y sin rebenque . Ni soñase igualar lo con un matungo como ese tordillo que eligió .
Efectivamente , los parejeros justificaban cualquier chiste ; y el picazo con sus orejas peludas , su cerdeada cola , sus largas cernejas , presentaba la catadura más deplorable . Sin embargo , su reciente pelecha , bien que empañada de polvo adrede ; la vivacidad de sus ojos , la delgadez firme de su barriga acusaban una adulteración ; pero los maturrangos no entendían jota de aquello , y el bribón de el viejo lo explotaba .
Aquel caballo era su " crédito " , y con él se había quedado para estar pronto a cualquier evento . Rápido , de aguante , y con vasadura negra que resistía mejor las asperezas . Día por día lo afeaba diestramente , y hasta lo contramarcó , aplicando le caldeada la argolla de la cincha sobre un lienzo enjabonado , para convertir le la marca de media luna en rodela ; pero a el mismo tiempo compartía con él fraternalmente su maíz y su algarroba ; y si en realidad no conversaban , entendían se a respingos e interjecciones . Todas las tardes se efectuaba aquella comunión de afectos . El hombre llegaba a el palenque , pienso y balde en mano . Empinadas las orejas , estremecido por breves crispaciones su eréctil belfo , el caballo saludaba con relinchitos sordos . Y mientras a la luz de el cielo grisáceo donde lucía una desamparada estrella , acompasaba se la masticación de el cereal , el viejo , apoyada la mejilla en sus brazos puestos sobre la cruz de la bestia , se abismaba en sus recuerdos . La melancolía crepuscular , como una hebra de humo , lentamente ascendía en su alma ; y sus ideas adormían se a el forrajeo de suculencias que roznaba en el morral . Por los maizales erraba un chispeo de luciérnagas . La sequedad revenida de el pesebre trocaba se en un vaho sedativo , apenas sombreado por ligera acedía . El agua de el balde , reflejando la vislumbre estelar , se arrugaba cual un sombrío argentpel . La ENTITY difundía en las alturas su lloradero de manantial ; y a_medida_que el hombre aglomeraba pensamientos , las lomas vecinas llenaban se de noche .
Rememorando estas cosas tranqueaba el viejo en su picazo . La tarde se amodorraba en una calurosa luminosidad , cianurando el cielo . Frondosas eminencias encajonaban la llanura a cuyo fondo erguía se la sierra como una mole de hierro fundido . Una nube inclinaba se hacia el sol , adquiriendo en su descenso espesores de ova . Sobre una pared distante , algún cacharro concentraba la luz en un punto ardentísimo , especie de llaga ustoria hormigueada de agujas . Los soldados concurrían a el esparcimiento improvisando tiendas con sus capotes .
El viejo desafiaba los a el pasar con sátiras incisivas como puyazos . Qué , no arriesgaban siquiera una onza ? ... Y ofrecía empeñar su poncho calamaco que acarralaba profusamente la vejez . No fueran collones ! ¡ A ver dónde estaban esos reales !
Los soldados muequeaban acerbas sonrisas . Jugar ? ... Si ya ni aliento les quedaba !
Qué diferencia entre aquella diversión y las fiestas de otros tiempos !
El insurgente recordaba carreras en tardes así , centelleadas de sol .
Mientras llegaban los parejeros , la concurrencia bullía . Los más nerviosos no se apeaban ; iban de grupo en grupo tomando lenguas ; recibían y encomendaban recuerdos . Otros , bajo algún carretón empinado para armar pulpería a su sombra , parrandeaban con las pulperas a el doble crepitar de las bordonas y de el sebo rabioso de las frituras . Más allá una tabeada :
A el que tira ! ... A el que espera ! ... Pago !
Perfilando se en guardia , semiflexas las rodillas , sosteniendo con la mano izquierda el poncho y sompesando la taba con la derecha en pronación , el que tiraba resistía impasible el bullicio , mientras uno de su bando se comedía a aplanar el sitio que el astrágalo marcaría a el caer con su rastro de carnicol . A el fin las apuestas concluían . El jugador enjugaba su diestra en el polvo : empinaba su chambergo ; encogía un poco las piernas ... y despedía el chirimbolo . Si éste sorteaba , los comentarios ; las discusiones si hacía pinitos ; si perdía , las disculpas : Claro ! Quién iba a jugar con tabas culeras ? ... Y cuando arribaban los parejeros , cuánto alboroto en la pista ! Cuánta apuesta instando a_ultranza con puñados de patacones ! ...
Qué distancia de esas reuniones a tan deslucida jugarreta ! ...
El de el tordillo presentaba se a su vez . Sin trámites ni requilorios desensillaron . Aquél se descalzó en un santiamén , ajustó su faja , y tras una caricia a sus lozanos bigotes , saltó a caballo . El viejo ultimaba idénticos preparativos con desesperante pachorra . Invirtió varios minutos en abrochar las pihuelas de su espolín de hierro . Una sonrisa socarrona le enjaretaba las mejillas en el pregusto de su lograda morisqueta . Agachado , chacoteaba a el traidor .
— Por qué montaba en yegua ? El que lo hacía , nunca llegaba a juez . Cuanto a la carrera ... Bah ! La llevaba a la fija , y rifaba su pingo en cinco_onzas una vez concluido el lance .
El contrario atusaba nerviosamente su bigote , sin responder . Por último el insurrecto montó .
Los rayeros , dos cabos formales que sabían algo de la cosa , ocupaban su sitio , cuadrados militarmente y muy poseídos de su papel . ENTITY deshacían se los grupos . Varios oficiales asestaban sobre la pareja sus anteojos . Un coronel fumaba , enhiesto en su mula . En la cinta de la cancha , erguían se a ratos minúsculas trombas . Algunas matas de pasto medraban sobre el andarivel .
Decreciendo el bochorno , estridulaban ya por las arboledas algunas cigarras . En el horizonte segmentaba se el disco solar ; y la nube , a el rasar su borde se cobreaba ardientemente , exaltando se después en lobregueces de ocre dorado y de colcótar como un pámpano otoñal .
Los corredores , enderezando sus caballos a la pista , aflojaron un poco . Un breve trueno , una polvareda ... La primera partida . Éstas se sucedieron , pues el de el tordillo , percibiendo la ventaja de su rival , mañereaba . A el fin lo cansaría con sus galopes infructuosos .
El viejo daba changüí de_buen_grado . Rejuveneciendo en la pugna , ya no clarineaba catarros a el montar ni se alebronaba con miserias de lisiado . Después_de cada partida , desmontaba para refrescar su caballo ; y sin esfuerzo , agilitando se con alborozado brinco , se encaramaba una y otra vez .
Recogidas las cervices , devorando la pista en sus remesones , los caballos partían de nuevo . Y el hombre de la patria , reavivando su instinto de horda a el poder de esa vibrante estructura cuyos trasportes regía , perforaba con sus ojos la selva propicia de los ardides y descomponía su cachaciento envés , sorbiendo a tragos aquellos aires de país libre , que arboledas y cerros le mandaban con los hálitos de la tarde .
Sus dedos envaraban se de impaciencia entre las bridas ; arrebataban lo presuras de victoriosa carrera a toda la furia de el animal , por los campos abiertos , en desfilada a su flanco los montes . La nube roja , desde las alturas , pregonaba degüellos . Arriba , en pulpas de tomate , rielaba sobre oropeles su bermellón ; degradaba se a el encarnado , luego , y ya en la base , rutilando escarlatas a el confundir se con el astro , deflagraba como en una apoteosis sus estruendos de color .
Frente_a frente con el hombre , la serranía ofertaba su trinchera . Allá el gauchaje concluía la mensura de la patria a punta de chuzo y patas de caballo ; allá residían las indiadas fieles , con sus hileras de ojos vigilantes , sus pedradas tremebundas y su artillería de estaño . Y el corazón le cabresteaba para allá con un angustioso dolorcito de calambre .
Continuaban las partidas . Desde la raya , los espectadores , molestos con tanta dilación , pedían que largaran . El viejo aventuró un reproche , pues su caballo pintaba ya en sudor . Ese fraude infringía lo convenido , prorrogando excesivamente la cosa .
Por fin igualaron los animales . Partieron a el galope , a_media_rienda , equidistando siempre , casi sobre las crines la mejilla , altos los rebenques cuyas lonjas ondulaban en el aire .
A un tiempo castigaron . Fue como un gran relámpago negro .
Pasaron entre una polvareda y un raudo redoble de jarretes , afinando se como navajas los brutos en el estirón de la arrancada .
Llegaron ante los rayeros , paleteando el tordillo entre vociferaciones de triunfo , cuando el patriota arremetiendo lo , con imprevisto empuje , lo asobinó de un puntapié . Bajo la pelotera rayó el suyo ; corrió a el sitio donde el traidor hozara la tierra , y tras un alarido de éste ahorcajo se otra vez emprendieron la fuga , y enseñando entre sus dedos un mazo de bigotes .
Los realistas , perplejos , socorrían a el camarada . Apoyando se en su cabalgadura , el miserable revolvía despavoridos ojos . Su rebanada boca burbujeaba arroyos de sangre ; y como el tajo le descubría los dientes , en el mismo horror de el castigo que lo mutilaba , reía sangrientamente su inabolible risa .
En tanto , una minúscula polvareda delataba allá por las lomas la fuga de el insurgente , cuyo sombrero escarapelaron desde ese día los bigotes de el traidor .
esperaba se de un momento a otro un cuerpo realista , que convoyando un arreo esquilmado a las más distantes poblaciones patriotas , en la frontera misma de el ENTITY , retrogradaba sobre la aldea muy dificultada por la sierra y por las lluvias .
arriscaba se aquélla hasta lo inexpugnable en_las_cercanías_de el pueblecito ; inundaban éstas los próximos campos , lamiendo ya su progresivo embalse las rancherías de el suburbio , sin que nada las retuviese . Esa tarde acababa de diluviar con borrasca deshecha , persistiendo un calor de mal augurio .
Los dos vecinos más encopetados de el lugar , el cura y un cabildante potosino que regenteaba desde allá sus ingenios , contrariaban se sobre todo con aquel temporal , pues adjudicando se la representación de el rey a quien profesaban culto idéntico , mantenían prisioneros en la capilla parroquial a seis viejos patriotas impedidos por sus achaques de ingresar en la montonera . Ésta , cooperando a la campaña por su lado , merodeaba lejos según se deducía por un parte recibido la tarde anterior , pero dada su rapidez proverbial , podía plantar se les cualquier día en la puerta , premiando su fidelidad con un par de raciones de horca .
El chasque aquel era el único sobreviviente de cierto exterminio efectuado la semana anterior en la vanguardia de la fuerza invasora . Internada ésta a el azar de su correría , algunos indios capturados en los bosques le mencionaron una gran concentración de vacas que los patriotas tenían no lejos_de allí , casi desguarnecida en el seguro de el secreto y de la distancia . Pero no había camino ; menester era navegar aguas arriba_de un río próximo , para lo cual se ofrecían a remar en sus piraguas . Sin confrontar mucho la narración , el jefe a cuyos ojos se hermoseaba con rasgos de leyenda , infrigió toda disciplina lanzando se a la aventura .
Viajaban de día solamente , pues el río fuera_de madre unía se a extensos pantanos cuyo peligro abultaban las tinieblas . Ya la primera noche , uno de los remeros , saltando de_rama_en_rama , había procurado escamondar los árboles secos ; mas desapareció entre chapaleos alarmantes , devorado , a_el_decir_de sus camaradas , por los caimanes que infestaban el estero .
Como proejaban , remolcando a_la_vez una balsa con sus bagajes , adelantaban poco ; pero muy luego se infiltró en sus ánimos la sospecha de que los guías trampeaban el juego . detenían se a_cada_momento para pescar , en previsión , decían , de posibles retardos : ventilaban en su lengua prolongadas cuestiones , perjudicando la celeridad de la maniobra ; y cuando se los conminaba a explicar se , omitían una respuesta categórica . Maltratar los , habría comprometido todo en un combate o en una deserción ; y así el jefe , aunque muy alarmado , resolvió vigilar durante la noche , absteniendo se de dar se por entendido de el asunto .
El tercer día , a el caer la tarde , las sospechas arreciaron . ensotaban se con toda evidencia entre ensenadas inextricables , fuera_de todo cauce ya , bajo el silencio casi fúnebre de la selva inundada . Solamente un pájaro de trino melancólico gorjeaba a intervalos irregulares , allá lejos en la fronda negra . El agua , a el empuje de los remos , burbujeaba con murmullo triste ; mangas de mosquitos acaloraban la sangre hasta el furor , y un vaho de ahilada tibieza , contaminando fiebres con su desabor de hongo , maceraba las carnes en una flaccidez de putrefacción . Así vino la noche y así fondearon , reprimiendo apenas torvas intenciones , como sepultados por la temerosa enormidad de el bosque que la noche espesaba y la parálisis tórrida de el ambiente ; cuidadosos de no mostrar se miedo bajo la respectiva capa de impasibilidad salvaje y de castellana altivez , en una roedora tensión de nervios y de voluntades .
Mas , de allí a poco , el cacique , interpelado decididamente , condescendió por primera vez a una respuesta . Sí , desviaban un poco el rumbo , mas para vadear cuanto_antes las aguas aprovechando su mismo desborde . Conservaban la buena dirección , y a el otro día , temprano aún , tocarían cerca de el real patriota . Dicho esto revistó con una mirada a sus hombres , acurruco se en el fondo de su canoa y se durmió .
Su ejemplo no influyó , a_pesar_de la seguridad relativa que dimanaba de su discurso ; y pasaron la noche en vela , si bien forzados no poco por los vampiros cuyo vuelo rozaba sus cabezas desflocando se en espeluznante vellosidad .
El día amaneció serenísimo , coloreando se fogosamente de aurora . Puestos a el remo los indios , el cacique reiteró sus seguridades con sonrisas de vaga ambigüedad , cuyo efecto retrataba se instantáneamente en el rostro de sus compañeros que redoblaban el empuje . Semejantes signos auguraban a el parecer el prometido fin , y una vislumbre de alegría flotó sobre la fosca lividez de los navegantes .
Reviviendo pesadamente el fresco de el alba , sus ojos escaldados de insomnio contemplaron en silencioso estupor la imponente pompa de el amanecer sobre las aguas .
ensanchaba se la selva hasta el horizonte en una especie de golfo salvajemente solitario , que confinaban arboledas lúgubres en su impenetrabilidad . Ni una arruga disgregaba su cristal sombrío , sobre el cual erguía se único , acentuando la tristeza de el paisaje , el ampo de una garza . La superficie , en tersura de lastra especular , azogaba se con una interna coloración de teja fundida , exaltada a púrpura de mortecina escoria , que luego se clarificaba en cárdeno gris . Culminó a el oriente un banco de niebla lóbrega , franjeado por una orla rojiza que herrumbraba con su reflejo las aguas de el confín . El cielo se inflamó hasta el cénit en una traslucidez de cereza . Sobre la estela de la almadía cabrillearon las aguas de un oleoso muaré ; empañó un vago lila la transparencia oscura de el pantano , y bruscamente el sol emergió entero , carminando la bruma en una humareda rosa de fuego de ENTITY .
En ese momento , el pájaro de la tarde anterior gorjeó otra vez ; pero no ya en el ramaje , sino en la canoa misma ; y a el trino semejante con que le respondieron de la arboleda , antes que la certeza de la traición se coordinase con acto alguno de los realistas , una nube de dardos partió de el bosque . Y sobre los árboles unos , otros a el pie con el agua a la cintura , brotaron guerreros en clamoroso enjambre . Pintarrajeados en guerra , enflechaban sus arcos o revoleaban sus cachiporras , pirueteando y riendo con carcajadas crueles que el cristal cuarzoso de los bezotes deformaba en brillos siniestros , mientras llovían sin tregua sobre las víctimas los casquillos emponzoñados .
Fue una cacería entre las aguas , a el azar de la macana o de la flecha , y el sobreviviente que trajo la noticia confirmaba su narración con un codo triturado en la refriega .
Instigados a mayor severidad por ese relato , el cura y su amigo revisaban con rencoroso ahínco , día y noche , los grillos de sus prisioneros , infligiendo les torturas en resguardo de una cavilada conjuración . Porque seguramente se confabulaban para libertar se cometiendo quién sabe qué horrores ; y como las lluvias iban derrubiando los adobes de la capilla , complicaba se la cosa con un nuevo temor .
En vano predicaba el cura a los reclusos y más inútilmente los denostaba el otro . Abroquelando se en su taimada vejez , los gauchos enflaquecían , torvos , sin disentir con una queja ...
frecuentaban se ambos carceleros , pues sus heredades lindaban , componiendo una pareja inseparable , bien que asaz desunida ante la opinión ; pues si a el cura le dispensaban su realismo en gracia de su estado y de cierta campechana popularidad , abominaban cordialmente a el otro .
ENTITY y fanfarrón , hacía se envidiar hasta la ojeriza tanto como escandalizaba con su lujo . Traficaba en esclavos enviando los a el ENTITY en recuas de cuatro y quinientos ; o arrendando los según sus oficios a los potentados de el contorno , cuando no servían en los talleres de su mansión donde se explotaba todo — desde la sastrería a la horticultura ; y su crueldad tiranizaba a aquellos pobres , no adiestrando los sino a dieta y a lazo . Tostar les los pies o salar les las heridas contaban entre los castigos comunes . Más de uno fue herrado con la marca de los bueyes . Las negritas , apenas púberes , se corrompían en su lecho .
Pues blasonaba de apuesto galán , no_obstante sus patillas barbirrucias y sus dientes escomidos de neguijón . La peluca y el cabello despeluzado sobre las sienes , mal disimulaban los comeros de su calvicie ; pero zanjaba lo todo con un tricornio que remataba vistosa pluma . Usaba de diario su traje oficial , insultando las pelambres lugareñas con su chupetín y sus calzones de terciopelo ajustados a la rodilla por ancho broche de plata , sus zapatos con hebilla de topacio y sus profusas guirindolas . Mas a_pesar_de tanta riqueza , su tacañería le concitaba el desprecio . acataba se su autoridad , pero refunfuñando .
Platicaba aquella tarde con el cura , muy fastidiados por la tardanza de la tropa , frente_a la casa solariega en cuya esquina su bridón enjaezado de plata y terciopelo befaba impaciente la argentina barbada .
ENTITY y realismo entumían se a el influjo de la misma escasez depulsora ; pero sin que cejara el entusiasmo patriota . ENTITY , rencores , fatalidad , todo contribuía a semejante maldición .
No sonaba un paso en los alrededores ni se veía un alma en las calles . La capilla , plaza por medio , exhalaba olores de muladar que la tibieza húmeda de el aire les traía con mayor agudeza . Dos esclavos guarnecían la entrada , tercerola a el hombro . Algunos rostros de viejos , impasibles en su gravedad barbuda , aparecían , amarilleando sus pómulos como talones de difunto en la oscuridad de caverna que profundizaba el templo ; y una voz cascada , voz de prisionero en que se condolían irreparables ingratitudes , endechaba de adentro una tonada montañesa , percutiendo a_guisa_de triángulo los grillos que asonaban tristemente con el cantar .
Como ésos eran todos , ve ? como ésos de duros . Y el eclesiástico refirió que aquella mañana , como anduviera por la ranchería circunstante en distribución de consuelos a la gente damnificada por el temporal , halló a la vieja ENTITY , quien oficiaba a_la_vez de bruja y de médica , guisando sabía ENTITY qué manjares en su tugurio barnizado de hollín ; y que a el invocar la ENTITY y a el mentar el infierno por ver si libraba de ENTITY alma tan perdida , se puso a blasfemar cosas horribles , castañeteando le de rabia sus cuatro dientes y accionando como una endemoniada . Amenazó a todo realista con feroces conjuros sobre los lagartos secos que pendían de el tirante , y deprecó por la patria en un diabólico frenesí . Así era como se pervertía el paisanaje . Tolerar semejantes cosas valía tanto como criar cuervos ...
En ese instante retumbaron sobre la vereda los golpes de un bastón , y la vieja , como brotada de el suelo , apareció ante sus ojos .
Bajo la harapienta falda estremecían se con sanguinolenta hinchazón sus piernas que la hidropesía abotagaba ; un rebozo apolillado a el parecer por larvas de sepulcro , cubría sus hombros y su cabeza , solapando se en un griñón de el cual se escapaba una mecha sórdida . Doblada enteramente en dos , sus manos fofas de batracio se aferraban a el garrote ; y regoldaba más que decía , con un leleo de niño , palabras sueltas , caducando en repugnante decrepitud .
— Quién los veía ... tan paquetes ! Y los pobrecitos viejos de la patria encarcelados como ladrones , y los negritos de la patria alquilados como animales . Ella venía a mendigar les la libertad — eran hombres como todos , no ofendían a nadie — y si no la otorgaban , se querellaría a el mismo ENTITY de los cielos . No profanasen más el templo convertido ya en establo . ¿ Que no los horrorizaba el aspecto de esas nubes cargadas de fuego , con que la ENTITY podía decretar les alguna tremenda expiación ? ...
Verdaderamente , el cielo se enfoscaba otra vez . Llenaba el ámbito de la tarde una silenciosa claridad bogada por nubes de oro . Otras surgían , sobreponiendo se como cargas de bálago , y el sol poniente que aclaraba sus horizontes con un matiz de hiel , traslucía en ópalo la nevada cúspide de el picacho vecino . Por las quebradas oscuras , la blanca floridez de la arboleda se enguirnaldaba en encajes . Un álamo próximo a el grupo , tiritaba con el susurrante rehilo de su follaje revuelto en loriga de plata , y no había otro movimiento en la inmensa quietud .
El silencio la sucedía . Solamente la vieja continuaba agorando su exorcismo , entre súplica y diatriba :
— ¡ Quién los veía tan paquetes !
ENTITY para la recepción , los amigos lucían , en efecto , sus trajes de gala . Chaleco de tisú de oro , frac , capotillo de anafaya verde y sublime corbatín , el cabildante ; el párroco sotana de raso y un manteo cuyo paño acipado denunciaba cuotidiano desuso .
Roncó un trueno sordamente , azuleó en las nubes más bajas una vislumbre de cuarzos estregados .
— ¡ ... Quién los veía ! Allá bajaba a extirpar los el fuego de ENTITY , como ya lo hizo con el tirano ENTITY en ENTITY , con los barriles de pólvora de ENTITY que volaron un cuartel entero ; con los tres godos de ENTITY ...
Un incisivo relámpago latigueó las nubes , y el sacerdote , abrochando se el manteo en brusco repullo , se estremeció .
De dónde sacaba tales cosas ese espectro ? Cosas que sólo sabían ellos en comunicación reservadísima de el día anterior ?
La vieja lloraba ahora , lloraba un llanto cristalino cuya pródiga abundancia venía le de quién sabe qué cavernas . Su voz de torpeza pueril entonaba una jaculatoria salvaje , entre cuyas palabras quichuas el nombre de la ENTITY precedía malignas adjuraciones .
Pero la calma había vuelto . El nevado relumbraba con su opalino matiz , estremecía se débilmente el álamo , y entre el nubarrón cenital se ovalaba una gran bahía celeste .
La vieja imploraba aún ; pero el cabildante , concomiendo se fastidiado , se encasquetó el tricornio con movimiento decisivo . Chocheaba demasiado ya esa carlancona . ¡ Largo de ahí con su matraqueo y sus agüerías ! Y refregando la contra la pared de un empellón , le enseñó la calle .
alejo se ella , tentaleando en silencio ; mas cuando llegó a la esquina , se volvió de pronto ; y un grito , horrendo grito de maldición , desgarró se le como un vómito de entrañas :
— Godos malditos ! ENTITY de el infierno ! ENTITY y centellas les partan el alma !
Muy lejos , entre las lomas , el clarín realista vibró a el fin su deseado toque ; pero en el mismo instante un rayo ardió con lumbre irresistible sobre la casa goda ; perforó los aires el estallido de un descuajamiento de catástrofe ; y cuando el cura se repuso , contempló a su amigo muerto junto_a el caballo muerto sobre el cual se desprendía una rama de álamo .
El rayo de ENTITY y de la ENTITY , realizando el conjuro , castigaba la impiedad de el enemigo y marchaba a_guisa_de sable predecesor , con sus batallones de nubes y su artillería de aerolitos , a huracán desplegado y trueno batiente , en un deslumbramiento de porvenir , y certificando la intervención misteriosa , el cadáver se pudrió aquella misma noche con tal premura , que lo enterraron a el amanecer sin despojar lo siquiera de sus adornos , sobre los cuales supuraba con hedor funesto la ponzoña de la maldición .
... debiendo usted contener esa columna a_todo_trance .
Dios gde . a usted .
La sombra de un arrayán gigantesco oscurecía aquel párrafo . Transcurrió un silencio que sólo turbaba con su respiración el caballo de el chasque . El lector , deletreando un poco , gruñó la firma en tono siniestro : ENTITY . Luego , arrugando el papel con violencia y seguido por el otro , se perdió entre los follajes .
habían se encontrado en la boca de una quebrada que caía a un valle entre dos cumbres . A el fondo , una nube montaba el horizonte color de grafito que festoneaban rizos de luz . En su centro anchos colores desleídos como lavazas de tintorero revelaban a el sol . La base revertía una florescencia de copos que rodaban perezosamente soltando se a_manera_de lurtes . Una esfumación azul marcaba depresiones entre esos relieves , iluminados por vívidas platas y cítricos lustres sobre los cuales pestañeaban descoloridos relampagueos . Poco duraron semejantes visos , pues el sol ponía se ya . Los vapores engrosaban de abajo , fundiendo se en una inflación de algodones . Por un momento el cúmulo , crenado como un artificio arquitectónico , fantaseó en el horizonte un espejismo de inmensos mármoles .
La cinta cerúlea de el crepúsculo espadañaba se como la cola de un pavo real sobre el firmamento enternecido de rosa , por el cual subía la nube avivando su relampagueo . Semejante tormenta pesaba en la atmósfera como un derrumbe de pirámides . Fermentando polen trascendía la fronda . Una exasperación de vida la encantaba , aturdiendo con el chisporroteo de sus cigarras y haciendo ganguear a los sapos en los fangales .
Así que anochecía , iba amarilleando la nube , ardido su seno por leves fogonazos . Casi absorbida ya en el crepúsculo , invadieron la tonos morados , y la masa entera livideció a el resaltar aquéllos en heces de añil . sombreo se todavía ; advino a plúmbea . Brotó de atrás un nuevo copo , culminando sobre su opacidad como un grumo . Más y más desvanecían se los relieves , que sólo algún relámpago destacaba con fugaz iluminación . El silencio aumentaba a el pardear las tinieblas que los árboles absorbían como enormes esponjas . El cénit pintaba se de nubarrones , titilando entre ellos sobre una opacidad de aluminio , como gotas de agua las estrellas . Una lechuza pasó chistando . Y a poco la tormenta se fundió de el todo en la noche .
Los montoneros habían atisbado por la quebrada el arribo de una fuerza española que acampó en el valle . Rodeada de centinelas , ni encendía fuego ni disponía sus carpas a_pesar_de la tormenta próxima , preparando se a la tempestuosa velada con una zozobra que no trataba de ocultar .
ENTITY más o menos , a el fin regresaban . Desde que dejaron a ENTITY en un continuo combate , no correspondían con su cuartel general . Muchos sucumbieron ; mas los restantes volvían con algún ganado conforme_a su misión . Su único objetivo lo constituía la ciudad , pues las partidas , en incansable ejercicio , les espigaban los flancos . Poco antes_de llegar a ese campamento , la hostilidad había se multiplicado . Fuera_de las emboscadas con sus repentes a sable y lazo , de golpe se les declaraba el desierto .
Recorrían leguas y leguas sin oír un rumor humano ENTITY noches transcurrían en la mayor quietud ; pero a el amanecer , no bien emprendían su jornada , bajo el talón de el último hombre prendía un incendio . Por el frente operaba la misma invisible tenacidad . ENTITY derrumbados cerraban las angosturas . Falsas pistas llevaban a engañosos prados donde el garbancillo envenenaba a las bestias . Carroñas de animales y aun de hombres inficionaban las aguadas ; los manantiales cavados adrede , cegaban a su paso , viendo se obligados a practicar cacimbas en sus arenas para beber sin peligro . Cierta noche voló una carreta de pólvora , incendiando el parque . Explorada la campiña , sólo descubrieron un brazo quemado , que el consejo de guerra condenó a la horca como un reo .
Mas , fuera_de los rebeldes , batallaba con su exuberancia el bosque . Ya eran las parásitas de traidora profusión , ya las telarañas que obstruían el camino columpiando tarántulas como bellotas . Y semejante opulencia aun los embelesaba . Las tripas de fraile alegraban tuberculosos leños con sus auriculares espiras pintadas a la acuarela . Tal soto profundizaba intimidades de salón en frescuras de vergel . oía se a ratos el golpeteo de las nueces que los monos cascaban ; bruscamente enmudecía todo , y momentos después una alharaca inmensa se propagaba por la fronda .
Volaban entonces damasquinados loros , urracas de terciopelo celeste y crema , carpinteros de moño carmesí que tijereteaban el aire a grandes aletadas ; y a_pesar_de vida tan profusa , aquellos bosques amenazaban con la sed . Las jornadas transcurrían sin un manantial . A el principio , cabe las sierras nevadas , los carámbanos de plata azulosa o de sacarino blancor , suministraban arroyos ; pero después , trenzados éstos en ríos , faltaba todo recurso . desesperaban los a el par cáfilas de bichos . Piques que excavaban en los pies enconosas pústulas , garrapatas cuyos escozores enfurecían hasta la demencia . Y después_de todo aquel martirio , las tercianas , acrecentando la calamidad , filtraban en las carnes su consuntivo estrago . Aquella derrota tantalizaba la muerte con la pertinacia de un suicidio .
Muchos hombres llevaban por todo uniforme la gorra , pues la chamarasca se comía calzado y traje . cadaverizaba los la penuria con rictus macabros . Los semblantes componían se de una barba hirsuta y un trozo de atezado pellejo que agujereaban dos ojos semejantes a cisternas . El silencio constituía la dignidad de su contraste .
Luego , abundaban otra vez las partidas , siempre gambeteando asechanzas a deshora y a el desparramo . Sólo que ya se advertía su escasez de pólvora , pues la correría aniquilaba las también . Flaqueaban los caballos visiblemente y esto era lo que amohinaba más . La escasez de pertrechos no era cosa , pues la suplían peñascos y garrotes ; pero la de caballos paralizaba todo a_pesar_de cualquier decisión . Los chasques corrían a pie avituallando se de coca ; para la sed conocían ojos de agua ocultos y las raíces de yacán la suministraban ; mas la movilidad de aquel juego que demolía a el español sin combatir , reclamaba a la continua caballos de refresco . Tan lo comprendía el enemigo , que se llevaba de trofeo sus patas .
Como las herraduras no iban sino de ENTITY , daban lo despeado por perdido . Los lomos cavados de mataduras no sufrían ni las jergas ; los corvejones plagados de alifafes se doblaban con dolorida impotencia . Casi a pie , llevando la tropa enancada , acababan de abastecer los con una yeguada arisca y un oficio patriótico en que se les encarecía el amor a la libertad ...
Pero ni mansos bastaban aquellos seiscientos animales a las partidas concentradas allí . Apremiaban su acción remitiendo les baguales y reiterando la consabida postdata : " a_todo_trance " . Bonita situación . Con seiscientos animales no alcanzaban a montar ochenta hombres . Para mejor , por no denunciar se con las humaredas habían ayunado . decidio se un consejo de guerra y los jefes entablaron la discusión , previa orden de que nadie fumase .
Lo noche , entretanto , sobrealzaba sus enormes paredes . De_cuando_en_cuando un relámpago abrazaba en su amplitud oscilante los lindes de el panorama . ENTITY y bosques traslucían en la sulfúrea iluminación , oyendo se un rato después rumor de tráfagos enormes .
Más se acidulaba el falsete de los grillos . Una ráfaga perdida difluyó tibiezas . En la cima de el cúmulo palpitaba sin cortar se una azulosa luminosidad , indicando viento . Abajo , la nube se empreñaba , transparentando , como un tumor sus venas , guías de fuego ; mientras su cima reptaba con lentitud vermicular . Los relámpagos se desteñían , vigorizando las siluetas en una flotación visionaria . Después la noche , como un portón que bruscamente empujado reacciona en sus goznes , cerraba se de nuevo .
Todavía brillaba a el opuesto lado una estrella . Si antes_de salir la luna , los nubarrones cenitales se unían , aguacero seguro . No en balde la víspera aulló tanto el aguará ...
Sobre un descampado no distante de el boquete donde se hallaban , los caballos , presintiendo la lluvia , tranqueaban despacito , olían el suelo juntas las cabezas , como hablando se . A algunos relumbraban les los ojos con la extraviada tranquilidad de una llamita bajo el agua . Sesenta jinetes a el paso , rondaban el rodeo . Distribuidos en parejas , marchaban incesantemente , a_la_inversa unos de otros , hasta sus respectivos puntos de partida , haciendo ronda cruzada por lo tormentoso de la noche . Pena de la vida si se escapaba un animal , pues el enemigo dormía allá cerca . Los otros , a_el_abrigo_de las matas , en voz baja discurrían .
Los caballos cubiertos de ludias y esparavanes sucumbían a rodo , esto era lo cierto . Como que algunos llevaban más de dos años de soba . Quién los vio y quién los veía ! Un lobuno bragado en el que se boleaba avestruces bajo el freno ; un peceño frontino , un ruano limpito como una niña ...
Recordaban las hierras con sus calenturas de combate , las domas con sus lujos de vigor y sus corcovos cortando el aliento como zampaduras en agua fría . Y en la pelea — los buenos animales — cómo les placía la pólvora y qué lindo se armaban : el ojo de avizora furia , de azogada vivacidad la oreja ; como tronera de hornaza las narices , el freno nadando en espuma ; tremulantes los encuentros , la enjuta canilla imanada en brío , y todo su ser en potencia de expansión entre las espuelas .
Acobardaba ver los cuando caían heridos y los despenaban degollando los por economía de pólvora . Contaban de una yegua a la cual se le cayeron las lágrimas , claritas como de niño ...
Medio ceceando secreteaban aquello a la noche . La sombra creciente les empuñaba el corazón . Enumeraban las prendas de los animales con fraternal orgullo , describiendo a el menudeo sus manchas , sus pelajes , como quien recuerda el último traje doméstico de una hermana recién casada . Y los defectos : tal espantadizo , cual lunanco ; uno de vasadura caldeada , otro arisco de abajo y corcoveaba por un soplo en la verija ... Y los servicios : trasnochadas por adelantar se le a el lucero con una serenata ; cruzadas de frontera procurando suerte , lejos_de la autoridad hostil , apeando se a la tardecita en la raya , de el pago para lagrimear inclementes desconsuelos .
Aquellas reflexiones prolongaban el relato de una tragedia . distinguía se vagamente los ademanes de el protagonista que narraba . Mató en buena ley , lo proscribieron y aislo se matrereando por las travesías , llegando a las poblaciones para oír voz de gente cada cuatro o seis semanas . La soledad lo depravó inveterando le el arregosto de la sangre . Por una libra de yerba llegó a degollar pasajeros ; y si esquivó las persecuciones , lo debía a su caballo , un cojudo pangaré enseñado como una persona que lo despertaba a relinchos y lo escudaba con su cuerpo . Desenfrenado , dirigía lo a palmadas y con las piernas . Un grito lo desbocaba , otro lo contenía , y aunque goloso de aguardiente , desde una_vez_que estando bebido lo hizo probar , se conservaba modelo .
Él en persona lo tusaba con su facón , no mezquinando le atavíos ; él había lo adiestrado a usanza toba , cabalgando lo sólo por la derecha , de_modo_que no se dejaba por la otra mano . Desde_luego , a nadie más servía ; y esto , en_caso_de sorpresa , lo salvaba .
Casi con reverencia atendían a el narrador , porque lo consideraban el más baqueano durante las noches sobre todo . Nictálope por lo payo , este albinismo realzaba sus condiciones . Así sus manos pecosas cuya epidermis de afrecho blanqueaba en las tinieblas , iban redondeando la narración con movimientos autoritarios .
La plática seguía . Ya con todo deshecho , los hombres sin comer , los caballos no comiendo sino espuela y rebenque , no valía la pena sacrificar se . A esto llegaban ! Con el enemigo a discreción y ellos en la impotencia . Mejor era acabar de una vez , despenar toda la mancarronada . Así había que pagar les ¡ infelices ! cuando cada uno merecía por_lo_menos un despacho de sargento ! ...
Grandes relámpagos lavaban el horizonte . Un trueno reventó con claridad insólita su rotundo borbollón de erres y eles . Abajo , como si lo repercutiera , farfulló un iracundo palabreo . Los jefes altercaban . El hombre de por la tarde divergía , pringando de juramentos su discurso . Replicaban los otros con la carestía de menesteres , y el cuchicheo gargarizaba gruñidos .